Uno de los campos en los que la ideología de género impone de manera más dolorosa sus mentiras es en el del deporte. Cualquier hombre biológico puede afirmar que se siente mujer y exigir competir con mujeres, aprovechándose de las ventajas que la biología, tan real y tan tozuda, le dan. Como Terry Miller, en la foto de arriba entrenando con sus compañeros, que se ha declarado mujer y ha conseguido la victora en los 100 y los 200 metros en los campeonatos de la Universidad de Bulkeley, en Connecticut, estableciendo de paso un nuevo récord. La segunda clasificada fue también un atleta «trans», Andraya Yearwood, que en la foto reproducida a continuación luce equipamiento rojo y negro:
Sucede cada vez más y la revuelta contra esta estafa de género entre estudiantes y entrenadores es cada vez mayor. Hartos de que el supuesto respeto a la identidad de género pervierta la competición, son cada vez más quienes afirman abiertamente que la teoría de género es falsa y no podemos organizar nuestras reglas como si fuera verdadera.
En el deporte y en cualquier otro çambito de nuestra vida.