El 15 de junio de 2004, hace veinte años, nació Forum Libertas.
Hacía poco que el nuevo siglo había nacido, empezaba el tercer milenio de nuestra civilización y faltaba un año para que culminara uno de los grandes pontificados, el de san Juan Pablo II, iniciado en octubre de 1978 hasta el 2 de abril de 2005 (casi 27 años, uno de los más largos de la vida de la Iglesia). Podemos decir con propiedad que la iniciativa de Forum Libertas fue consecuencia del paradigma católico que surgió de él.
Y es que el precedente que impulsó el nacimiento de Forum Libertas a partir de un pequeño núcleo de personas, Borja García Nieto, Pablo Ginés, Jesús Llamazares, Ignasi Miranda, Montserrat Escolà, y un poco más tarde Francisco Jiménez y yo mismo, surgió de una iniciativa conectada con aquel espíritu papal, en el caso concreto de la defensa de las raíces cristianas de Europa, cuando se debatía el nuevo tratado de la Unión Europea, émulo de un texto constitucional. Del rechazo a estas raíces, y de la voluntad de promoverlas, se concretó en 2002 la Convención de Cristianos por Europa, de la que puede encontrar un buen resumen aquí, y que celebró su constitución en la Universidad Abad Oliba CEU de Barcelona el 6, 7 y 8 de diciembre de 2002.
Forum Libertas surgió de aquella experiencia, que llevó a la constatación de que era necesaria una mirada, un juicio de la vida política y la cultura de nuestro tiempo desde la perspectiva cristiana. Una mirada política, en el sentido de la procuración del bien común y de los criterios, fundamentos y principios de la doctrina social de la Iglesia como concepción a la que supeditar toda ideología secular.
Y a ello nos hemos mantenido fieles en medio de los grandes cambios que ha sufrido, y la palabra exacta es esa, sufrir, nuestra sociedad, porque al lado de inmensos progresos técnicos, se ha ido destruyendo la condición humana.
La guerra a gran escala en Europa es una amenaza y parece que las elites nos empujan a ella. Rusia vuelve a ser un enemigo como antes lo era la URSS, pero, atención, porque aquello era un gran imperio y la Rusia actual tiene la dimensión económica de Italia… con un gran arsenal nuclear.
El aborto se ha convertido en el santo y seña que da carta de naturaleza. Lo propugnas, y cuanto más mejor, eres un demócrata amigo del progreso. Lo rechazas y eres un cripto fascista enemigo de las mujeres. Del mal menor que era, lo han convertido en un derecho fundamental constitucional en Francia.
Lo que era la necesidad de respeto para todas las personas, se ha convertido en leyes de privilegio LGBTQIA+ que trastocan la antropología humana, convirtiendo determinadas prácticas y tendencias sexuales en identidades políticas con bandera y banda de música.
El matrimonio comienza a ser una extrañeza, excepto para las elites universitarias de Estados Unidos, que lo practican masivamente-por algo será- de la misma manera que llevan a sus hijos a las escuelas donde no existen las pantallas y demás adminículos que ellos mismos fabrican.
Tener hijos es solo una opción entre muchas y cada vez más secundaria debido a otras preferencias.
La inmigración se ha convertido en un fenómeno masivo sin precedentes en Europa desde la época de Roma.
Los políticos y los partidos, responsables de realizar el bien común y, por consiguiente, resolver nuestros problemas, se han convertido a ojos de los ciudadanos y en la realidad en uno de los principales problemas.
Nuestros jóvenes están más expuestos que nunca al suicidio, a las enfermedades mentales, a las adicciones de todo tipo. Todo ello es signo de desesperanza y frustración.
¿Para qué sirve que el estado sea más rico que nunca lo ha sido, que trabajemos para él siete meses al año, si la vivienda digna es ilusoria y la pobreza extrema ha vuelto a crecer y cada vez España se encuentra más lejos de converger en renta per cápita de la Unión Europea?
Todo esto no es un balance, solo unas pocas pinceladas para justificar una conclusión: este país ha empeorado; Europa y Occidente también, e Iberoamérica merecería un tratamiento específico al que invito a colaborar a nuestros amigos de allí.
Pero también aparecen signos de respuesta; muchos desde la fe católica; bastantes desde el cristianismo global, con referencias destacadas a los jóvenes. Hay reacciones políticas, que todavía son eso, reacciones y deben madurar para ser alternativas, pero ya son evidentes y crecen.
Pero, visto lo visto en estos veinte años de Forum Libertas, dos grandes conclusiones se nos hacen evidentes desde la sola razón; y también una de más modesta.
La primera es que el imperio de la desvinculación de esa hegemonía política y cultural que se ha producido en este siglo, ha entrado en crisis, en una policrisis, y se hunde.
La segunda, que ante ella solo la cultura cristiana ofrece fundamentos y aplicaciones para reconstruir la cohesión, la paz civil, la vida buena en lo personal, en la sociedad y las instituciones.
La conclusión más modesta, que después de 20 años en la red con el prestigio y reconocimiento que esto comporta, Forum Libertas, renovándose continuamente con las nuevas aportaciones ahora ya decisivas de la Fundación Educatio Servanda y otras personales de distinto origen, emprende el camino de la tercera década del milenio con más fuerza que nunca. Con la experiencia ganada y la juventud renacida con los nuevos protagonistas.
Podemos decir con propiedad que la iniciativa de Forum Libertas fue consecuencia del paradigma católico que surgió del papado de san Juan Pablo II Share on X