La ideología gender es pariente del relativismo ético
En una interesante columna en La Vanguardia, Antoni Puigverd reflexiona sobre el verdadero carácter de la supuestamente inocua ideología de género:
«Nadie, excepto el conservadurismo extremoso, se atreve a discutir la deriva ideológica de una parte del feminismo, la que cuestiona el concepto de lo natural para propugnar el predominio absoluto y exclusivo de lo cultural. Ideología de género. Detrás de esta cosmovisión (que está penetrando por ósmosis y nadie sabe muy bien cuales son sus implicaciones éticas), hay una visión omnipotente del ser humano. La ideología gender es pariente del relativismo ético que idealiza toda forma de innovación moral por el simple hecho de ser deseada, sea la gestación subrogada, la clonación humana, la ingeniería genética o el útero artificial. Los humanos convertidos en dioses.
La ideología de género no propugna la igualdad de los seres humanos, sino, en realidad, el triunfo del deseo del más fuerte. Pues, si todos los humanos somos dioses, inevitablemente, el que tenga más poder genético, económico y cultural impondrá al resto su jerarquía en el Olimpo.»