Reproducimos el texto del petitorio que están elevando a las autoridades del CODICEN para expresar su voluntad como padres a decidir en la educación afectivo-sexual de sus hijos.
Somos un grupo de padres que reivindicamos nuestro derecho y deber de educar a nuestros hijos de acuerdo a los valores que tenemos en el ámbito de la sexualidad humana.
Como padres, tenemos el deber y derecho de educar a nuestros hijos, para que “alcancen su plena capacidad corporal, intelectual y social”, como reconoce nuestra Constitución en el artículo 41. Y el Estado debe velar por este derecho, garantizando “la libertad de enseñanza” y limitando su intervención “al solo objeto de mantener la higiene, la moralidad, la seguridad y el orden público” (art. 68).
Constatamos –que en materia de educación en el área afectivo sexual- se trasmiten contenidos y se ofrecen modelos desde una visión antropológica particular pero no consensuada. Se proponen campañas y acciones en escuelas y liceos públicos que reflejan una visión sobre la sexualidad de la persona que no compartimos.
Queremos para nuestros hijos una formación afectivo-sexual positiva e integral, en el marco de una educación gradual en la responsabilidad y el amor, y en la consideración del matrimonio y la familia como el ámbito natural de ese amor y de esa educación. La sexualidad es parte de lo más íntimo y valioso de la persona. Y es preciso aprender a vivirla integrándola en ese amor. Y el amor no es un juego, ni una búsqueda de placer individualista o egoísta, sino entrega libre y responsable de la persona para el bien del otro, en la que el hombre encuentra su felicidad.
Solicitamos que se respete un ámbito de educación en un espacio íntimo y acorde a valores compartidos por los padres ya que consideramos que forma parte fundamental de su formación como personas y como ciudadanos responsables.
Consideramos que es nuestro derecho como educadores promover esta perspectiva de la educación sexual. Esta educación comprensiva e inclusiva es propia de la sociedad plural abierta al diálogo para la cual debemos preparar a nuestros hijos.
El Estado debe garantizar esta libertad, derecho y deber de los padres. Por lo que, en ejercicio de estos derechos, solicitamos a las autoridades educativas del CODICEN:
1°) Controlen adecuadamente y aseguren que no se imparta educación sexual en la educación pública o habilitada sin el previo consentimiento informado y expreso de los padres, que debe necesariamente incluir la información detallada de qué tipo de educación afectivo-sexual se pretende transmitir (especificando contenidos, valores, actividades, material didáctico, etc.), pudiendo éstos negarse a que se dé cualquier tipo de educación afectivo-sexual, reservándose el derecho de hacerlo ellos directamente.
2°) Ante el ofrecimiento, por cualquier centro educativo público o habilitado de cualquier tipo de educación afectivo-sexual, ya sea mediante clases, talleres, actividades lúdicas, recreativas, proyecciones audiovisuales, difusión de material impreso, etc., se ofrezca también a los padres, como opción, la que proponga esta red de padres.
3°) Que, en caso de solicitarlo los padres, se permita que esta formación afectivo-sexual se ofrezca a través de talleres para padres, docentes y/o alumnos, dirigidos por esta red de padres.
Publicado en Red de Padres Responsables