Publicamos algunos fragmentos de la interesante entrevista que el juez Serrano ha concedido a Rosalina Moreno para Confilegal:
«¿El poder ejercer de nuevo le ha quitado la espina clavada?
Sí. Al menos me he sentido compensado por volverme a poner otra vez la toga. Pero no era una una espinita, sino una estaca y en el corazón. Considero que fui injustamente inhabilitado. El caso todavía está pendiente de que el Tribunal de Estrasburgo pueda anular mi condena de inhabilitación culposa por dos años.
¿La lentitud hace injusta a la Justicia? Ha tenido que esperar 8 años para que le dieran la razón…
Una justicia lenta deja de ser justicia. También estoy reclamando judicialmente por la vía administrativa por los daños y perjuicios que he sufrido, porque tendría que haber sido magistrado otra vez en agosto de 2013, pero estuve cerca de seis años indebidamente inhabilitado.
¿Cuál fue su pecado?
Criticar la Biblia de género, las leyes basadas en la ideología de género que se aprobaron bajo las dos legislaturas del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y que, por cierto, ha mantenido el PP incólume. En política social, el PP y Podemos no se diferencian apenas en nada.
Desde 1998 llevo diciendo que había que reformar las leyes para proteger a las mujeres que sufrían maltrato, pero dije que la situación no podría revertir de tal forma que se pegara un pendulazo donde se quebraran derechos fundamentales de los hombres por el hecho de ser hombres, y que se considerara a las mujeres víctimas por ser mujeres, porque eso, entre otras cosas, perjudica y también humilla a las mujeres.
¿Se ha sentido perseguido? ¿Acosado?
Me he sentido machacado por el “lobby” de género, y acosado por esa ideología, y ahora mismo el que no tiene perspectiva ideológica de género es perseguido en este país. Me han llamado “el juez machista”, “el cara papa”, “el defensor de maltratadores”… Han llegado a decir que en mi despacho sólo se defiende a maltratadores y pederastas. Barbaridades.
Hace poco han puesto en un tuit que me tendrían que haber metido en una fosa por cabrón. Por supuesto, también lo he denunciado. Y mi caso es un aviso a navegantes. Sólo se puede seguir la ideología que te marcan desde las estructuras del Estado.
Explíquese.
El castigo tan desproporcionado de expulsarme de la carrera judicial no deja de ser una represalia por no haberme amoldado y ser objetiva y socialmente correcto. Ahora se está persiguiendo al magistrado que ha dictado el voto particular de absolución de ‘La Manada’ y al que ha acordado su libertad provisional.
En su momento fui yo, y antes la juez decana de Barcelona María Sanahuja por criticar que se producían situaciones de abuso y que había hombres que estaban siendo injustamente tratados como maltratadores.
(…)
¿Qué piensa que está detrás de esa perspectiva de género de la que tanto se habla?
El nuevo aquelarre de género controla las instituciones, y casi a todos los partidos y medios de comunicación. De ahí, que solo se dé publicidad y se pida el linchamiento de los violadores que ellas decidan. Yo pido el mismo trato para todos
Dentro de la dictadura de género hay radicales que ya han perdido la cabeza. Estas personas realmente no defienden a las mujeres, no son feministas. Son activistas de género. Siguen a Valerie Solanas, que hizo el manifiesto SCUM para el exterminio del hombre y que dice que es un simio. Otra feminista radical, Kate Millett, decía que la mujer que se acostaba con un hombre es como la que se acuesta con un enemigo. Entonces, al hombre hay que castrarlo y eliminarlo. O sea que directamente a los campos de concentración.
(…)
La titular de Justicia habla de la necesidad de una “reforma mental”. ¿Qué le parece?
En diciembre de 2009, la presidenta del Observatorio de Violencia de género, Inmaculada Montalván, dijo que tenían que apartarme de la carrera judicial por mi pensamiento desviado. Tres meses después buscaron la causa. Ahora quieren imponer el Gulag a todos los jueces.
¿Y qué piensa de que se pretenda “normalizar” en la educación la doctrina LGTBI?
Es otro “lobby” de poder que se está imponiendo en España por encima del poder político y de las leyes. Y está imponiéndose a través de una normativa.
Es un disparate que en niños con 4 ó 5 años se promocione la homosexualidad. Queremos jugar a ser pequeños dioses y estar por encima de la naturaleza.
(…)
La formación de los jueces en violencia de género es de las primeras leyes que ha llevado el PSOE al Congreso. ¿Qué opina?
Ahora llaman formación a lo que es mero adoctrinamiento: jueces sometidos a la dictadura de género porque hay que formarlos en la doctrina de pensamiento único.
Cuando a los jueces se les dice que tienen que estar preparados y formados en perspectiva de género algo anda mal en ese Estado, porque nos estamos volviendo a estados de tintes totalitarios.»