El Papa Francisco insta a un cambio de enfoque en la cuestión migratoria y destaca el drama de los inmigrantes en un mensaje dirigido al arzobispo de Agrigento, Alessandro Damiano, con motivo del los 10 años de la visita a Lampedusa, su viaje a la isla siciliana .
El Papa se hace eco del sufrimiento de los inmigrantes, especialmente de los más vulnerables, como los niños, que buscan una vida mejor lejos de la violencia y las guerras. Él describe su muerte como un «grito doloroso y ensordecedor» que no puede dejarnos indiferentes.
El pontífice denuncia la repetición de «masacres silenciosas» en el Mar Mediterráneo, donde cientos de personas han perdido la vida y miles han desaparecido en los últimos años. Expresa su preocupación por la vergüenza de una sociedad que ha perdido la capacidad de llorar y compadecerse de los demás. Francisco hace un llamamiento a sacudir las conciencias y cambiar de actitud frente a esta tragedia humanitaria.
El Papa critica la indiferencia y los miedos que prevalecen en la sociedad y pide un enfoque más solidario y compasivo hacia los inmigrantes. Él cuestiona si queremos seguir dominando y protegiendo nuestros propios intereses, rompiendo la armonía con el Creador y con nuestros hermanos. Destaca la importancia de recibir al hermano que llama a la puerta con amor, acogida y atención.
El Santo Padre hace un llamamiento a la Iglesia para que sea profética y trabaje para ayudar a los más olvidados, aliviando sus sufrimientos con la fraternidad y la caridad. Asimismo, insta al pueblo de Lampedusa a no dejarse llevar por el miedo o la lógica partidista, sino a enriquecer la isla con la riqueza espiritual del Evangelio.
El mensaje del Papa Francisco con motivo de la visita a Lampedusa resalta la importancia de abordar la cuestión migratoria desde una perspectiva humanitaria y solidaria, y destaca el papel fundamental de la Iglesia y de cada individuo en brindar apoyo y compasión a los inmigrantes que buscan una vida mejor y escapar de la violencia y las adversidades.