Las imágenes de El Video del Papa de abril buscan reflejar el uso de estos derechos fundamentales —a través de manos de innumerables hombres y mujeres que trabajan la tierra, que abren puertas, que curan, que se alimentan, que estudian…— y el abuso de esos mismos derechos, en manos de niños y niñas explotados, en manos sufrientes de personas encarceladas sin juicio, entre otras situaciones críticas. El video cuenta con el apoyo de la Misión Permanente de Observación de la Santa Sede ante las Naciones Unidas.
Cuando se habla de derechos humanos fundamentales se trata de derechos que todas las personas tienen básicamente por existir como seres humanos. Son inherentes a todos, independientemente de la nacionalidad, sexo, origen étnico o nacional, color, religión, idioma o cualquier otra condición. La Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, fue el primer documento legal en establecer la protección universal de los derechos humanos fundamentales.
También en la Iglesia, desde el Papa Juan XXIII en la década de 1960, los derechos humanos han tenido una importancia central en la enseñanza y la práctica social católica. Como escribió en un reciente artículo el Card. Michael Czerny S.J.: “Cuando San Juan XXIII enumeró los derechos fundamentales en su encíclica Pacem in terris de 1963, comenzó con los que hoy se consideran económicos. ‘El hombre tiene derecho a vivir’, dice, ‘tiene derecho a la integridad corporal y a los medios necesarios para el buen desarrollo de la vida, en particular a la alimentación, al vestido, a la vivienda, a la asistencia médica, al descanso y, finalmente, a los servicios sociales necesarios’. Hoy, el Papa Francisco hace el mismo hincapié, subrayando en particular los derechos al trabajo, a la vivienda, a la tierra y a la seguridad alimentaria: ‘tierra, techo y trabajo’”.
Por su parte, el P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, añadió sobre el Video del Papa: “No es la primera vez que el Papa Francisco insiste en la importancia de los derechos fundamentales de las personas. En su última encíclica, Fratelli tutti, denunciaba que ‘Mientras una parte de la humanidad vive en opulencia, otra parte ve su propia dignidad desconocida, despreciada o pisoteada y sus derechos fundamentales ignorados o violados’ (FT, 22). Francisco nos pide este mes orar por ‘aquellos que arriesgan sus vidas luchando por los derechos fundamentales en dictaduras, en regímenes autoritarios e incluso en democracias en crisis’. Es una invitación a recordar a estos hombres y mujeres, en tantos países del mundo, que continúan en la cárcel o en situaciones peligrosas, o que perdieron la vida, y muchos de ellos en nombre de su fe en Jesucristo. No los olvidemos, recemos por ellos, por ellas”.