fbpx

Un supuesto incendio provocado devasta una iglesia y convento franciscano en Chile

Iglesia

COMPARTIR EN REDES

La noticia ha conmocionado a los fieles y ciudadanos, quienes ven en este evento no solo la pérdida de un lugar sagrado, sino también un golpe a su patrimonio cultural.

El obispo de Iquique, Isauro Covili, expresó en un emotivo video compartido en las redes sociales de la diócesis el profundo dolor que siente la comunidad.

Un Patrimonio en Llamas

El obispo Covili destacó la importancia histórica de la iglesia y el convento, mencionando que en 1994 el sitio fue declarado un monumento histórico nacional. «Se trata de una tragedia en términos de nuestro patrimonio», afirmó Covili.

Esta iglesia no solo era un lugar de culto, sino también un símbolo de la historia y cultura de Iquique. Con un legado que abarca más de un siglo, su destrucción representa una pérdida irreparable para los habitantes de la ciudad.

Al respecto, el delegado presidencial de Tarapacá, Daniel Quinteros, manifestó que la  «destrucción es total, una catástrofe para la región» por la importancia de la iglesia, considerada como uno de los templos católicos más antiguos, ya que sus cimientos se remontan a la llegada de la conquista española y la orden franciscana.

El fuego también afectó a tres casas adyacentes y un taller, dejando un saldo de seis personas heridas

La devastación se siente en cada rincón de Iquique, y la tristeza es palpable en los testimonios de aquellos que han estado vinculados a la iglesia.

La resiliencia de la fe

A pesar del dolor, el obispo Covili también resaltó la resiliencia de la comunidad católica.

Sabemos que la Iglesia, el cuerpo de Jesucristo, continuará así en medio del dolor, la tragedia y las lágrimas para seguir celebrando con alegría y esperanza la fe y la proclamación de Jesucristo.

Esta declaración es un faro de esperanza en medio de la desolación. La fe de la comunidad no se ve afectada por las llamas; más bien, parece fortalecerla.

Los testimonios de los feligreses reflejan esta resiliencia. Una de las asistentes a la misa diaria, María López, expresó su angustia: 

Este lugar siempre ha sido un refugio para nosotros. Perdimos más que un edificio; perdimos un hogar espiritual.

María, que ha asistido a la iglesia durante más de 30 años, agregó que los recuerdos de las misas familiares y las celebraciones navideñas son irremplazables.

Es doloroso ver cómo se consume en llamas, pero la fe en Dios nos une más que nunca.

La investigación en curso

Mientras la comunidad llora su pérdida, las autoridades han comenzado una investigación para determinar las causas del incendio.

El fiscal Gonzalo Valderrama anunció que se ha abierto un expediente para esclarecer si el fuego fue intencional. «Se abrió una investigación de oficio, basándonos en la información que circuló en las redes sociales. Por lo tanto, el Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones fue instruido para realizar una evaluación pericial», declaró Valderrama.

Aunque por el momento no hay pruebas concluyentes de un acto de incendio intencionado, esta hipótesis no puede ser descartada pues es respaldada por ciertas pruebas como que el día anterior ya se había reportado un principio de incendio en la misma parroquia. La incertidumbre sobre las causas del fuego añade una capa adicional de tristeza para la comunidad.

La comunidad se une en el dolor

 El obispo Covili agradeció a los bomberos y a todas las instituciones civiles que trabajaron arduamente para controlar el fuego. «Quiero agradecer a todos y a Dios también, porque este lugar y la presencia de los franciscanos aquí son muy queridos y atesorados por toda la ciudad», subrayó el prelado.

La respuesta de la comunidad ha sido notable. Grupos de feligreses han comenzado a organizar vigílias y oraciones en las inmediaciones de la iglesia, donde se encuentran reunidos para recordar lo que este lugar significó para ellos. «No solo estamos aquí para lamentar, sino para recordar la luz que ha brillado en este lugar», comentó Francisco Díaz, otro asistente a la vigilia. 

La iglesia puede estar en ruinas, pero nuestras almas seguirán buscando la fe.

Esperanza

A pesar del dolor y la pérdida, la comunidad de Iquique se une en un llamado a la esperanza. «La historia de esta iglesia no termina aquí», afirmó el obispo Covili. «Cada uno de nosotros es parte de su legado, y juntos, reconstruiremos no solo el edificio, sino también los lazos que nos unen».

Mientras la investigación avanza y las comunidades se recuperan de esta tragedia, el pueblo de Iquique encuentra consuelo en su fe y en la solidaridad de sus vecinos. Aunque el fuego ha arrasado con un símbolo de su historia, su espíritu permanece intacto. La Iglesia San Antonio de Padua es más que un edificio; es un testimonio de la fe viva que continúa floreciendo en los corazones de quienes creen.

¿Te ha gustado el artículo?

Ayúdanos con 1€ para seguir haciendo noticias como esta

Donar 1€
NOTICIAS RELACIONADAS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.