(Luc Lenoir/Le Figaro) El hombre ha aprovechado la facilidad del procedimiento para convertirse en «mujer» y obtener así una pensión de jubilación a los 64 años en lugar de a los 65.
Un hecho tan incongruente como rentable. El 5 de enero de este año, un hombre de 60 años del cantón de Lucerna cambió de sexo para obtener antes una pensión de jubilación. El caso fue recogido por el Luzerner Zeitung y varios otros medios de comunicación suizos.
Desde el 1 de enero de 2022, en Suiza es posible cambiar de sexo mediante un sencillo procedimiento.
Basta con una entrevista de diez minutos en la que se comprueba la «capacidad de discernimiento» de la persona. Tras pagar una tasa de registro de 75 francos suizos, el cambio de sexo es registrado oficialmente por el Estado.
Una facilidad desconcertante que abre las puertas a todo tipo de abusos, ya que los hombres podrían convertirse en «mujeres» para evitar el servicio militar obligatorio. Pero también para percibir la llamada pensión del AVS (seguro de vejez y supervivencia), un pago básico de jubilación, creado en 1925 y asignado a las mujeres a partir de los 64 años, y a los hombres a partir de los 65, que oscila entre los 13.480 y los 26.960 euros. Este es el objetivo que perseguía este oriundo de Lucerna.
Hasta la fecha, la administración no ha revisado el caso. El diario señala también que se han dado instrucciones a los funcionarios del registro civil de no «buscar activamente» posibles abusos, especialmente en ausencia de cualquier certificado médico. Por último, los medios de comunicación suizos subrayan el temor de los funcionarios de ser acusados de «transfobia», lo que les llevaría a ser menos cuidadosos y, por tanto, a aceptar todas las solicitudes de cambio de sexo en las oficinas del registro del estado civil.
2 Comentarios. Dejar nuevo
Antes se decía: se coge antes a un mentiroso que a un cojo…
De verdad, ¿merece la pena…por cobrar un año antes la pensión…?
¡Dios mío ven pronto!!
A ver, que ser pensionista en Suiza no es como serlo en España, qeu pasamos frío y ganas de casi todo. Un pensionista suizo se puede dedicar a disfrutar de la vida. No vamos a criticarlo precisamente los españoles… ¿alguno se resistiría a la posibilidad de dejar de currar y disfrutar de la vida un año antes sólo teniendo que pasar por el trámite de una entrevista sencilla con un par de psicólogos?