En su reciente libro titulado Hombres, Richard V. Reeves hace un análisis minucioso sobre el desempeño educativo entre niños y niñas en el sistema educativo actual, argumentando que las niñas son más favorecidas en el ámbito académico.
Reeves, un destacado investigador de estudios económicos, no solo se basa en opiniones y experiencias personales, sino también en datos y estudios de organizaciones respetadas como la OCDE.
El autor destaca cifras preocupantes. Según la OCDE, las chicas tienen un año de ventaja sobre los chicos en lectura, y la ventaja masculina en matemáticas está disminuyendo. Es más, los chicos tienen un 50% más de probabilidades que las chicas de fracasar en las tres materias escolares clave: matemáticas, lectura y ciencias.
En su investigación, Reeves destaca el sistema educativo finlandés, conocido por su excelencia académica. Aunque los estudiantes finlandeses tienen un alto rendimiento global, existe una notable brecha de género. El 20% de las chicas finlandesas alcanza los niveles más altos de lectura en las pruebas de PISA, en contraposición al 9% de los chicos. Curiosamente, esta brecha se invierte en las puntuaciones más bajas.
Reeves también enfatiza las diferencias biológicas entre niños y niñas. Cita investigaciones que sugieren que partes del cerebro, como el córtex prefrontal, maduran más rápido en las niñas que en los niños, lo que podría influir en la capacidad de autocontrol y toma de decisiones.
Una de las propuestas más audaces del autor es que los niños deberían comenzar la escuela un año después que las niñas. Basándose en estudios que demuestran los beneficios académicos y comportamentales de retrasar el ingreso escolar, Reeves sostiene que esto nivelaría el campo de juego. Adicionalmente, propone una mayor contratación de profesores masculinos y mayores inversiones en formación profesional.
El autor destaca que en Estados Unidos, la proporción de hombres en la docencia ha disminuido desde 1980, lo que puede reforzar estereotipos de género en la educación. Reeves señala el éxito de Finlandia al implementar una cuota para aumentar la proporción de maestros hombres en las escuelas, lo que resultó en una mejora del rendimiento tanto para niños como para niñas.
Concluye que un sistema educativo verdaderamente equitativo debe considerar las diferencias naturales entre géneros y adaptarse en consecuencia. Reeves defiende que es posible ser defensores de los derechos de las mujeres y, simultáneamente, ser compasivos con los niños y hombres en situaciones vulnerables.
1 Comentario. Dejar nuevo
La inquisición feiministoide ya habrá inscrito este libro en su virtual Índice de libros Prohibidos, etiquetándolo de “machista” y “misógino”.
Resulta intolerable que se desmitifiquen esos mitos feministas que tanto ha costado inculcar en la mentalidad patriarcal que gobierna el mundo desde tiempo inmemorial. ¿Qué es eso de victimizar a los hombres cuando todo el mundo ya sabe, por fin, que no hay más víctimas que las mujeres? No puede ser que la gente se entere de que las políticas de Igualdad de Género lo único que han logrado es crear una desigualdad en sentido inverso. Y por si fuera poco, dicho estudio viene a avalar, ¡qué horror!, la educación diferenciada.
Sea como sea y mal que les pese, ahí queda el libro, mostrando que la doctrina feministoide al uso es falsa de cabo a rabo.