En una decisión que destaca por su unilateralidad, el Tribunal Supremo de México ha decidido despenalizar el aborto a nivel federal, sin que la sociedad mexicana haya tenido la oportunidad de expresarse mediante un mecanismo democrático como las urnas. Este hecho, de profunda trascendencia para la nación, subraya la creciente tendencia en América Latina de que los tribunales impongan decisiones que no necesariamente reflejan la voluntad popular.
La resolución surge a raíz de un amparo presentado por la organización feminista Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), que exigía la inconstitucionalidad de varios artículos del Código Penal. Dichos artículos, ahora desestimados, imponían penas de prisión tanto a las personas gestantes que interrumpían su embarazo, como al personal médico involucrado en el procedimiento.
En palabras del propio Tribunal Supremo de México, emitidas en su cuenta oficial en la red social X: «La Primera Sala de #LaCorte resolvió que es inconstitucional el sistema jurídico que penaliza el aborto en el Código Penal Federal, ya que viola los derechos humanos de las mujeres y personas con capacidad de gestar.»
Esta determinación implica que las instituciones federales de salud de México ahora estarán obligadas a proporcionar servicios de aborto a quienes lo soliciten. Sin embargo, queda pendiente el interrogante sobre si la voz de millones de mexicanos, que ven en el aborto la eliminación de una vida en el vientre materno, ha sido debidamente considerada.
Recordemos que ya en 2021, el mismo Supremo tomó una decisión que afectaba la objeción de conciencia en la Ley General de Salud. Esta medida también se impuso sin una consulta amplia a la sociedad.
Mientras tanto, el país espera y observa las consecuencias que esta decisión, que tiene efectos retroactivos en beneficio de las personas procesadas o sentenciadas por interrupción del embarazo, tendrá en la sociedad mexicana. Es imperativo recordar que en un sistema democrático, las decisiones de tanta magnitud deben ser el reflejo de un consenso, y no la imposición de una minoría, sea cual sea la postura.
2 Comentarios. Dejar nuevo
Por eso resulta tan ridículo oír a los políticos hablar de democracia.
Esa tal democracia no existe ni en México ni en ninguna parte.
Lo que hay son dictaduras de grupúsculos, siniestros además.
“La resolución surge a raíz de un amparo presentado por la organización feminista Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE)”
El aborto no tiene nada que ver con la “reproducción elegida”. Abortar es el acto de eliminar a un ser humano que ya existe y que es fruto de la reproducción. Todos los seres humanos, en cualquier momento de nuestra vida, de la concepción a la muerte, somos fruto de un acto reproductivo. La señora “Terminator” esta de la foto, también, al igual que cada una de las Señorías del Tribunal Supremo de México.
Por lo que se lee en la noticia, la resolución consiste en despenalizar tanto a “las personas gestantes que interrumpían su embarazo, como al personal médico involucrado en el procedimiento.”
Siendo así, no se entiende que esta determinación implique “que las instituciones federales de salud de México ahora estarán obligadas a proporcionar servicios de aborto a quienes lo soliciten.”
Que un acto se despenalice no conlleva que deba facilitarse por parte de los poderes públicos. Lo que está mal, está mal, aunque esté despenalizado por la ley. Y seguiría estando mal aunque “millones de mexicanos” opinasen que está bien.