La Ley de transexualidad de la cartera de Igualdad ultima su propuesta radical: los jóvenes a partir de 16 años no precisarán de informe médico para aplicarse la denominada «autodeterminación de género».
Hoy se ha hecho público el borrador de la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans, una norma incluida en el acuerdo de gobierno entre Unidas Podemos y PSOE que ya había abierto una profunda grieta en el movimiento feminista y entre los socios del Ejecutivo y que prevé cambios de calado para el colectivo.
Una de las más polémicas propuestas es el de la que se ha dado en llamar autodeterminación de género, que supone que cualquier persona puede cambiar su nombre y sexo en el registro civil solo con una declaración expresa, a partir de los 16 años.
Esa es también la edad mínima que queda establecida para tomar las decisiones sobre tratamientos hormonales.
La norma prevé el reconocimiento de las llamadas «identidades no binarias» —aquellas personas que no se sienten ni hombres ni mujeres— y la posibilidad de eliminar la mención al sexo en los documentos oficiales de estas. También abre el acceso a tratamientos reproductivos “a las personas trans con capacidad de gestar”, según el texto.
Esta ley se encuadra en la ingeniería social que quiere desarrollar el actual Gobierno autodenominado progresista. Esta ingeniería hunde sus raíces en las denominadas teorías de género, que consideran que el sexo de una persona es una decisión psicológica que debe ser tomada en una supuesta libertad.
La propuesta del Ministerio de Igualdad de Irene Montero ha provocado roces entre PSOE y Podemos y su intención de apoderarse del movimiento feminista.
En ese sentido, la polémica que hay en el terreno del feminismo, entre la identidad de género y el feminismo, sigue resultando productiva. Y continúa la tensión entre PSOE y Podemos y la intención de ambos partidos de monopolizar el terreno del feminismo político en relación a las personas transexuales.
Podemos ya había apuntado que la cartera de Igualdad se comprometía a que el cambio de sexo no requiera informe médico para que las personas transexuales puedan realizar su cambio de sexo oficial en el registro saltándose ese requisito previo.
En la actualidad, la norma vigente exige que las personas que aspiran a un cambio de sexo hayan estado al menos dos años hormonándose y, al mismo tiempo, disponer de un informe médico independiente que tipifique la situación de la persona como con disforia de género.
El PSOE y Podemos ya habían mostrado sus discrepancias. ForumLibertas informaba el 12 de junio que se filtró un documento del Ejecutivo socialista en el que “el sexo es un hecho biológico y el género una construcción social”, reivindicando así el sexo predefinido biológicamente como el elemento de identidad corpóreo en oposición a las teorías de género que defienden que una persona decide cuál es su género.
3 Comentarios. Dejar nuevo
[…] La ley no establece ninguna diferencia entre las personas que presentan estados intersexuales de las disforias de género. Solo esta cuestión ya la sitúa al margen de toda validación médico-científica, y en este sentido se trata también de una ley peligrosa. […]
Cómo se puede permitir que un ministra que no tiene ni idea de que es la disforia de género, que no está al corriente de que tanto en Suecia, como en Reino Unido se ha suprimido los tratamientos de cambio de «sexo»( el sexo no se cambia, está en los cromosomas) , a hormonar a jóvenes de 16 años, se permita legislar sobre un tema que no es competencia de su ministerio, que es el de igualdad entre mujeres y hombres. Se están comprobando que los efectos producidos por los cambios de sexo son peores que las causas que los motivaron. Estamos hablando que las personas que cambian su «sexo» son en un 70 % mujeres, lo cual asusta. Hasta las feministas están en contra de esta ley porque se echan las cuentas de que si los hombres pueden ser considerados como mujeres hasta en competiciones deportivas, que hace ellas reivindicando la igualdad con los hombres. Esta ley es demencial porque está concebida demencialmente por gente incompetente para legislar sobre algo tan serio como hormonar a jóvenes de 16 años a permitirles tengan acceso a intervenciones de cambio de sexo , a reconocer este hecho como un derecho y en consecuencia que se realice en la Sanidad Pública, como el aborto.
[…] política o posición que deseemos. Pero normalmente, cualquiera que quiera cambiar la ley acepta que para hacerlo necesita ganarse el apoyo o, al menos, el consentimiento de las […]