En un fallo histórico emitido el viernes, la Corte Suprema de Estados Unidos confirmó de manera unánime la prohibición de TikTok, la popular plataforma de videos cortos, al respaldar una ley bipartidista firmada el año pasado por el presidente saliente Joe Biden.
La ley, aprobada y rubricada en abril de 2024, exige que la empresa china ByteDance, dueña de TikTok, se desprenda de la aplicación o de lo contrario se enfrentaría a la prohibición total de su uso en territorio estadounidense. Como fecha límite para esto se fijó el día de ayer.
El objetivo principal de esta medida es impedir la supuesta intromisión del Partido Comunista Chino (PCCh) en la gran comunidad de usuarios jóvenes de TikTok, así como abordar los temores de seguridad nacional relacionados con la recopilación de datos.
La decisión de la Corte Suprema llega en medio de un clima político enrarecido, puesto que hoy el presidente saliente Joe Biden cederá el poder al mandatario electo Donald Trump.
Se da la circunstancia de que Trump, quien asumirá la Presidencia justo un día después de la fecha límite para la venta de ByteDance, ha expresado en reiteradas ocasiones su desacuerdo con la prohibición total de TikTok y esto ha dado un giro a los acontecimientos en el último minuto.
Sin embargo, la velocidad con la que la Corte Suprema llevó a cabo el proceso —instada por funcionarios del gobierno saliente— parecía que ha dejado poco espacio para maniobras de último minuto aunque al final no ha sido así.
Protección de la seguridad nacional de Estados Unidos
La legislación cuestionada se centra, según los legisladores, en la protección de la seguridad nacional de Estados Unidos. El Congreso considera que ByteDance, al tener vínculos con el PCCh, podría ofrecer una puerta de acceso a datos sensibles de millones de usuarios, en su mayoría pertenecientes a la Generación Z.
Ante ello, la Cámara de Representantes y el Senado dieron luz verde a la ley conocida extraoficialmente como «desinversión o prohibición», la cual establece que TikTok debe ser vendido por ByteDance a una entidad no ligada a adversarios extranjeros o, de lo contrario, cesar sus operaciones en el país.
La Corte Suprema, al pronunciarse el pasado viernes, rechazó los argumentos de la compañía en relación con la supuesta violación de la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, la cual protege la libertad de expresión. «El Congreso ha determinado que la desinversión es necesaria para abordar sus bien fundamentadas preocupaciones de seguridad nacional con respecto a las prácticas de recopilación de datos de TikTok y su relación con un adversario extranjero», se lee en el texto del fallo.
Con esta afirmación, el máximo tribunal deja claro que, a su juicio, la normativa no coarta el derecho a la libre expresión, sino que obedece a una cuestión de interés nacional.
Reacciones al fallo y el movimiento rápido de Trump
El Washington Post calificó la decisión de «duro golpe» para TikTok, ya que genera gran incertidumbre sobre el futuro de la aplicación. Según señalaba el mismo medio, se consideraba «poco probable» que ByteDance logre concretar una desinversión «de último momento» antes de la inminente fecha límite.
Ante tal escenario, la prohibición entro en vigor ayer domingo, lo que dejó durante unas horas a millones de usuarios de TikTok en Estados Unidos sin acceso a la aplicación.
Donald Trump había solicitado a la Corte Suprema que pospusiera la entrada en vigor de la medida para poder negociar un eventual acuerdo con ByteDance.
En el trasfondo de estos acontecimientos se encuentra la relación de Trump con China. Según sus propias declaraciones, el presidente entrante conversó por teléfono con el mandatario chino, Xi Jinping, en la mañana del viernes, discutiendo varios temas, entre ellos el futuro de TikTok.
Trump calificó la conversación como «muy buena para ambos países» y se mostró optimista en que puedan resolver varios problemas comunes. El tono conciliador de Trump contrasta con la contundencia que ha mostrado el gobierno saliente en torno a la prohibición de la app, así como con las acusaciones de espionaje y manipulación política que han recaído sobre TikTok en los últimos años.