Celebramos la fiesta de Jesucristo, Rey del Universo, y esta nos trae una cita verdaderamente impresionante, la de Jesucristo ante Pilato cuando confiesa su realeza y, a continuación, hace una declaración expresa de su misión : «Para eso he nacido, para ser testigo de la verdad» (Jn 18, 33-37).

Jesús define el sentido de su vida de este modo tan contundente delante del gobernador romano, Pilato, en un momento en el que se juega la vida o la muerte. No se anda con componendas ni con juegos de palabras, afirmando, una vez más, su libertad y su soberanía. El escéptico Pilato responde, con desdén, aquello de “¿qué es la verdad?”, pregunta que firmarían tantos contemporáneos nuestros, víctimas del relativismo moral imperante en nuestra sociedad… Para el gobernador la única verdad, como demostrarán los hechos posteriores, es la de conservar el poder a cualquier precio, incluso al precio de una condena injusta y el derramamiento de sangre inocente.

Entonces, ¿A que estamos jugando? ¿A quien seguimos? ¿Cómo lo seguimos? Nos ha tocado vivir una época fantástica, el reinado de la posverdad, dónde la mentira se ha hecho Ley y nos amenazan y persiguen so pena de no enfrentarnos a ella. Esto, para nosotros, debería ser causa de gran alegría, pues no podemos olvidar que «Benditos sereis cuando os injurien, os calumnien y os persigan a causa de mi nombre» Mt (5,11)

Y si algun lector aún se pregunta ¿Y cual es la verdad?, ahí van una cuantas de metiras contra las que tenemos el deber moral y social de combatir, porque causan un enorme daño a muchos «pequeños» que, sin conocer a Jesucristo, son engañados a diario por sus impulsores:

MENTIRAS QUE DEBEMOS COMBATIR CON LA VERDAD.

EUTANASIA: Es uno de los males que más cerca tenemos, pues el nuevo Gobierno lo incluye como una de sus prioridades. ¿Muerte digna? Mejor hablemos de VIDA DIGNA. ¿Sabías que cada año mueren en España casi 100.000 personas sin acceso a los cuidados paliativos que necesitan? Debatamos entonces sobre la dignidad de los enfermos terminales, antes de buscar una salida rápida y económica a sus sufrimientos. El gobierno silencia a las sociedades sanitarias especializadas, que demandan con urgencia más recursos especializados en cuidados paliativos.

ABORTO: El sentimentalismo es clave para aprobar leyes genocidas. En el caso del Aborto, siempre se ha defendido el aborto en caso de violación o por graves circunstancias médicas. Pero la verdad es que de los más de 95.000 bebés eliminados en 2018 en España, no llegaron a 100 los casos de violación ni a 3.000 los casos de grave enfermedad médica. Esto es, 92.500 bebés fueron eliminados por pura comodidad y egoísmo

PORNOGRAFÍA: Nos alegra saber que el nuevo Gobierno tiene previsto establecer medidas que impidan el acceso de los menores (aunque deberían prohibir a la “industria” merodear a los menores e incitarlos a consumir, si queremos hablar con propiedad). No obstante, ¿Que decir del incremento de más del 25% de los delitos sexuales en España en los últimos 2 años? ¿Y de los delitos de la violencia contra la mujer? Es importante recordar que el 80% de las imágenes de una película porno contiene de medias agresiones verbales o físicas contra las mujeres. Esto es, el porno se basa en la violencia contra la mujer, y esa es la verdad. 

SUICIDIOS: No existe un Plan Nacional para combatir esta lacra. En España se suicidan 10 personas al día y otras 30 lo intentan sin éxito. Las muertes por suicidio DUPLICAN a las de tráfico y son OCHENTE VECES MÁS que las de Violencia de género. España es el mayor consumidor de ansiolíticos y antidepresivos de España… Esta es la verad de los frutos de la seculariación.

IDEOLOGÍA DE GÉNERO: Desafían a la biología, queriendo imponer por ley un nuevo modelo de antropología con una misión muy clara: La destrucción de la familia. La destrucción de los roles hombre-mujer, especialmente en los centros educativos, es un asalto a los menores, por supuesto sin autorización expresa de sus padres. Esto incluye, por supuesto, la negación del mal llamado «matrimonio homosexual», pues la única verdad es que, el Matrimonío, es únicamente la unión de un hombre y una mujer.

Por ello, desde nuestra Asociación, hacemos una llamada a todos los cristianos a ser proactivos en sus entornos, como nos recordaba recientemente Monseñor Argüello: Escuelas, Universidades, Centros de Trabajo y, por supuesto, en la Política; allí de dónde se han expulsado nuestras opiniones bajo el pretexto de que «deben quedar para nuestro ámbito privado».

Daniel Fernández Venegas

Asociación Cristianos en Democracia.