El próximo 18 de marzo a las 13 horas está previsto que, en cumplimiento de la autorización dictada por el juez de Florida George Greer, se desconecte la sonda que alimenta, hidrata y mantiene viva a Terri Schiavo. Para sensibilizar a las autoridades y la opinión pública estadounidense de lo que ocurrirá si se lleva a cabo esta “ejecución”, grupos pro vida locales han publicado una información que explica con detalle los pasos que seguirá la agonía de esta mujer antes de morir.
El esposo de Terri, Michael Schiavo, basándose en un supuesto no encarnizamiento, no ha parado hasta conseguir la aprobación del juez Greer. Sin embargo, a la vista del proceso que seguirá a su desconexión, el único encarnizamiento es precisamente el que se producirá después de este hecho. Hay que considerar también que, aunque la mujer está en coma desde 1990, mantiene las constantes vitales estables.
Dramática agonía
Según los grupos pro vida que han puesto en marcha esta iniciativa, la orden judicial implica que la Schiavo iniciará un proceso de degradación física que empezará a hacerse evidente ante la deshidratación y hambre que provocará la desconexión de la sonda alimentaria. La dramática agonía que padecerá esta mujer puede durar varios días. “Esta será una muerte horrible, una despreciable forma de ejecución que no se le aplicaría ni a una mascota. Lo que el juez quiere es verdaderamente cruel e inhumano. Los presos condenados a muerte son tratados con más dignidad y respeto”, indican los defensores de la vida.
Cuando la deshidratación se incremente, se desarrollarán síntomas de sed, conducta irritable, pérdida de elasticidad de la piel, sequedad de las membranas mucosas, ojos hundidos y ausencia de lágrimas. Poco a poco irá perdiendo presión sanguínea, sufriendo contracciones musculares en los brazos, piernas, estómago y espalda. También padecerá convulsiones y tendrá problemas cardíacos. Con la deshidratación aguda los síntomas se agravan y la paciente puede desarrollar el llamado shock hipovolémico, o sea, una disminución brusca y sostenida de la presión sanguínea, común entre las personas que se desangran. Posteriormente llegará la muerte.
Es prácticamente imposible determinar con exactitud cuánto tiempo estará agonizando Terri, porque no hay casos precedentes que sirvan para ilustrar tan dramático fin. De hecho, los únicos experimentos con seres humanos para analizar la muerte por deshidratación de que se tienen noticia en este sentido, se remontan a los que realizaron los nazis, cuyos resultados no se hicieron públicos por tratarse de prácticas no éticas.
Llamamiento al Congreso
Paralelamente a la acción de los grupos locales pro vida, el Comité Nacional de Derecho a la Vida (NRLC en sus siglas en inglés) ha hecho un llamamiento al Congreso estadounidense para que apruebe y ejecute un decreto, que será presentado por el médico y diputado de Florida Dave Weldon, que permitiría a los padres de Terri recurrir a la Corte Federal para continuar la batalla judicial por la vida de su hija.
“El Congreso puede actuar para asegurar una audiencia en la corte federal, en la que se discuta y decida si Terri debe o no debe morir por deshidratación y desnutrición”, ha declarado la intermediaria entre el Congreso y el NRLC, Lori Kehoe. “Hacemos un llamamiento a todos los ciudadanos para que contacten inmediatamente con sus senadores y diputados y les urjan a apoyar el decreto del diputado Weldon, e introducir el Habeas Corpus y poderlo utilizar contra la orden de la corte estatal que niega alimentación y líquidos a casos como el de Terry”, insisten los pro vida.
