Barcelona se ha convertido en el epicentro de un movimiento social sin precedentes. Casi 7.000 familias han decidido sumar fuerzas en contra de la introducción prematura de los smartphones en la vida de los menores y la tecnología precoz.
Este movimiento, que ha comenzado a extenderse a gran velocidad a través de aplicaciones como WhatsApp y Telegram, está adquiriendo una nueva dimensión con la organización de reuniones presenciales, donde padres y expertos se congregan para deliberar sobre el tema.
El grupo «Adolescencia libre de móvil» ha ganado adeptos rápidamente, reflejo de una creciente preocupación: la incursión temprana de la tecnología en el desarrollo de los niños y adolescentes.
Xavier Casanovas, portavoz de AFA Poblenou y padre de tres, resalta que la alarma no se limita a su comunidad, sino que es un sentir generalizado. Este fenómeno ha llevado a las familias a replantearse la verdadera necesidad de obsequiar un dispositivo móvil a sus hijos a una edad temprana, la denominada tecnología precoz.
Una polémica que llama a la puerta de las escuelas
El debate se extiende más allá de la vida familiar y toca las puertas de la educación, poniendo en tela de juicio las metodologías de aprendizaje que dependen de las pantallas.
En un esfuerzo por dirigir la mirada a su causa principal, las familias buscan postergar el uso de smartphones hasta los 16 años. La iniciativa se ve respaldada por estudios recientes, como el del Institut de l’Infància i Adolescència, que revela que casi el 70% de los niños de 12 años ya poseen un móvil.
Dos de cada tres guarderías han detectado retrasos en el desarrollo de los niños
Por otro lado, el ámbito educativo no es ajeno a los efectos del uso excesivo de pantallas. Según la Associació Catalana de Llars d’Infants, dos de cada tres guarderías han detectado retrasos en el desarrollo de los niños debido a la sobreexposición a pantallas. Rut Baqués, maestra y bióloga, enfatiza cómo la retirada de las pantallas fomenta una mayor interacción y desarrollo del lenguaje en los pequeños.
La coordinadora de AFAs de Gràcia, Marta Hernández, destaca que un 70% de las familias están de acuerdo con retrasar la introducción del móvil.
Los encuentros organizados buscan no solo compartir resultados de encuestas, sino también experiencias de familias que han resistido la presión social, optando por una crianza sin dispositivos móviles en etapas tempranas.
Los centros educativos, por su parte, se enfrentan al reto de cómo integrar la tecnología en la formación de los jóvenes de manera responsable. Lidón Gasull, directora de la federación de asociaciones de familias de alumnos de Catalunya, subraya la necesidad de regulaciones que establezcan una edad apropiada para el uso de móviles y cómo estos pueden ser implementados en el ámbito educativo sin mermar la oportunidad de enseñar un uso consciente y responsable.
Este movimiento parental, junto con las observaciones alarmantes de las guarderías, coloca a Catalunya en una posición de liderazgo en la sensibilización sobre los peligros de la tecnología en las etapas tempranas de la vida.
Los padres y las instituciones educativas no solo buscan proteger a los menores, sino también enseñarles a navegar en un mundo cada vez más digitalizado de manera saludable y segura.