Suecia ha vuelto a posicionarse como referente mundial en la lucha contra la explotación sexual.
A partir del 1 de julio de este año, el país nórdico penalizará la compra de contenidos sexuales personalizados a través de plataformas digitales como OnlyFans.
Esta reforma, aprobada por el Parlamento sueco, contempla penas de hasta un año de cárcel para quienes paguen por material erótico hecho a medida, y multas para quienes financien actos sexuales realizados de manera remota.
Una medida para proteger la dignidad humana
Esta reforma representa un importante avance en la defensa de la dignidad de la persona humana y en la promoción de una visión de la sexualidad que se aleja de la cosificación y mercantilización del cuerpo.
La nueva ley sueca busca precisamente limitarla dinámica perversa en la que la tecnología facilita la explotación sexual bajo un aparente consentimiento.
La diputada socialdemócrata Teresa Carvalho, promotora de la medida, lo expresó claramente: «Se trata de una nueva forma de compra de sexo y era hora de que modernizáramos la ley para incluir también la compra a distancia en plataformas digitales como, por ejemplo, OnlyFans.»
¿Qué prohíbe la ley?
La normativa sanciona penalmente a cualquier persona que pague por contenido sexual personalizado creado específicamente para él, al considerarse un acto sexual retribuido.
También se castigará a quienes paguen por observar actos sexuales realizados en directo por internet, aunque sea de forma remota.
En contraste, no se penalizará el consumo de pornografía ya existente siempre que el usuario no haya intervenido en su creación.
Esta diferenciación busca trazar un límite legal entre el consumo pasivo de contenidos y la participación activa en el fomento de la explotación sexual digital.
Además, la reforma tipifica como proxenetismo inducir a alguien a realizar actos sexuales a distancia o lucrarse de ellos. Esta figura delictiva conllevará penas de hasta cuatro años de cárcel.
Una legislación con impacto ético y social
Suecia fue pionera en 1999 al criminalizar al cliente de prostitución, despenalizando a quienes se ven forzados a ejercerla y enfocando el castigo en quien compra el servicio.
Este modelo, conocido como “Modelo Sueco”, ha sido adoptado por otros países como Noruega, Francia e Irlanda, inspirados por su enfoque centrado en la dignidad y la protección de los más vulnerables.
Con esta nueva legislación, el país escandinavo da un paso más al adaptar su marco legal al contexto digital, donde la prostitución y la pornografía han encontrado nuevas formas de manifestarse, especialmente a través de plataformas como OnlyFans.
La legislación no solo busca proteger a quienes se ven involucrados en estas prácticas por necesidad económica, sino también educar a la sociedad sobre las consecuencias morales, psicológicas y sociales de participar en el comercio sexual, aunque sea virtual.
Críticas desde el sector tecnológico
No obstante, no todos han recibido la noticia con aprobación.
OnlyFans, la empresa británica que permite a sus usuarios vender contenido exclusivo, ha manifestado su desacuerdo con la medida.
Argumenta que esta legislación afectará la autonomía financiera de miles de creadores y recuerda su contribución fiscal a Suecia, que asciende a unos 12 millones de dólares anuales.
La economía no puede justificar prácticas que perpetúan la explotación del cuerpo, especialmente en un entorno donde muchas veces la necesidad empuja a las personas a exponerse en situaciones humillantes o peligrosas.
Esta iniciativa legislativa sueca puede y debe servir como ejemplo para otras naciones que buscan enfrentar los desafíos éticos del siglo XXI.
