La Comunidad de Madrid responde a la creciente crítica sobre el uso de pantallas en Educación anunciando la creación de un sello ‘Sin pantallas’ para centros de Infantil y Primaria, ofreciendo a los padres la opción de elegir una educación libre de dispositivos digitales para sus hijos.
Esta iniciativa, parte del «Plan por la libertad, la pluralidad y la calidad de la educación», y es una respuesta directa a las crecientes preocupaciones sobre el impacto negativo del uso excesivo de pantallas en los niños.
El consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana, enfatizó durante un encuentro informativo del Nueva Economía Fórum que el objetivo es «poner en marcha un sello sin pantallas», permitiendo a las familias optar por una «infancia sin pantallas».
Esta medida busca reforzar la libertad de elección educativa y abordar la problemática de las adicciones digitales en una etapa crucial del desarrollo infantil.
La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, quien ya había adelantado esta propuesta al inicio del curso escolar, espera presentar el plan completo este mes de enero. El plan incluirá elementos normativos y prácticos diseñados para «atajar» problemas como la dependencia de las pantallas, según Viciana.
El consejero ha resaltado los peligros de un «uso desmesurado de los dispositivos móviles», señalando que conduce a la soledad y a una distorsión de la realidad. Además, destacó la facilidad con la que los niños pueden superar las barreras impuestas en el uso del móvil, lo que aumenta su vulnerabilidad a estos riesgos.
Esta iniciativa de Madrid es un ejemplo positivo de cómo los gobiernos pueden intervenir de manera efectiva para proteger la salud mental y el bienestar de los más jóvenes.
Al ofrecer una educación sin la constante interrupción de las pantallas, se espera que los niños puedan desarrollarse de manera más integral, centrados en las interacciones humanas y en el aprendizaje tradicional, elementos cruciales para su desarrollo cognitivo y emocional.
El paso adelante de Madrid en esta dirección es, sin duda, un faro de esperanza para aquellos preocupados por el impacto del mundo digital en la educación y el desarrollo infantil.