El amor conyugal y la familia son demasiado importantes, no pueden colgar de un hilo del tipo:
«Antes sí te amaba, pero ahora ya no siento lo mismo por ti». «Necesito más espacio, ¿por qué no abrimos la relación?»
No se puede inventar sobre cosas tan importantes como el amor conyugal y la familia. Pensar que hoy somos más listos que nuestros padres, que nuestros abuelos, que todas las generaciones que nos han precedido, es muy peligroso.