¿Cómo participa de la ideología de género de la pederastia?, a través de la sexualización de los niños. Prevenir la pederastia y comprender el impacto del abuso infantil son temas cruciales que requieren un enfoque basado en la evidencia y en las mejores prácticas identificadas por expertos y organizaciones dedicadas a la protección infantil.
Cuando países como España centran sus esfuerzos en estigmatizar a la Iglesia española casi genuinamente para obviar la verdadera lacra que impacta en la sociedad en su totalidad, no se hace más que mirar para el lado equivocado. Los abusos sexuales impactan en todos los estratos de la sociedad con especial preponderancia en las familias, los colegios y los centros deportivos.
En última instancia, el 0,2% del total de casos de abusos sexuales que representa la Iglesia católica es dramático como concepto, pero residual como cifra absoluta. Sin embargo, la intensidad con la que se comunica ese 0,2% corre el riesgo de obviar el verdadero problema: el 99,8% restante.
El problema de sexualizar a los jóvenes, los acerca a la pederastia
El principal problema de no mirar dónde está el problema es que no se identifican las verdaderas causas y una de la que a penas se habla es que el proceso de sexualización de los niños, que se está llevando a cabo a través de la sexualización de la sociedad promocionada por la ideología de género y el homosexualismo político.
La educación sobre los signos del abuso infantil y la pederastia es vital. Esto incluye programas en escuelas, capacitaciones para padres y profesionales que trabajan con niños. La concientización sobre cómo identificar comportamientos inapropiados y potencialmente abusivos puede ayudar a prevenir situaciones de riesgo.
La realidad es que el proceso de sexualización temprana de los niños ligado a la ideología de género están provocando situaciones ventajistas para los pederastas. El hecho de introducir a los niños en teorías de autodefinición sexual tan temprana genera un caldo de cultivo para la lacra de la pederastia en la sociedad.
El ejemplo de TV3, herramienta de sexualización infantil
Instituciones como escuelas, clubes deportivos y organizaciones juveniles deben implementar estrictas políticas de verificación de antecedentes para todos los empleados y voluntarios. Además, deben establecerse políticas claras para la interacción y supervisión de adultos con niños.
Sin embargo, algunos medios de comunicación como la televisión pública catalana TV3 son herramientas de la promoción de la sexualización infantil. Es el caso, por ejemplo, del programa ‘Sense ficció’ («Sin ficción», en catalán), que en su capítulo del pasado 22 de noviembre titulado «Repensando la educación sexual» realiza un despliegue de desencuentros promoviendo la sexualización de los niños desde la perspectiva de la ideología de género.
El documento audiovisual transita por la normalización de la sexualización de cuerpos que todavía no son adultos y que, incipientemente, están empezando a conocerse. Así se abordan cuestiones como la masturbación, o la supuesta identidad de género, todo ello tratando de sugerir que son los propios niños quienes quieren ese debate. Todo ello con dinero público de los catalanes.
La prevención de la pederastia y la atención a las víctimas de abuso infantil requieren un enfoque multifacético que involucre educación, políticas de protección, apoyo legal y psicológico, y un compromiso comunitario para proteger a los más vulnerables. Pero por encima de todo, no generar contextos culturales sexualizados que provocan un caldo de cultivo propicio para la pederastia es una llamada de responsabilidad a todas las instituciones implicadas, también las periodísticas.
1 Comentario. Dejar nuevo
A esta gente siniestra les ha dado ahora por relanzar una vieja reivindicación de la izquierda que durante un tiempo no han tenido más remedio que esconder: la legalización de la pederastia. Se trata de sacarla del armario y darle categoría de orientación sexual alternativa. La única forma de lograrlo es que este tipo de relación sexual deje de ser clandestina y no segura, de forma que los niños no solo la acepten sin traumas ni complejos, sino que incluso la deseen y la soliciten. Con este objetivo los sexualizan. Hay que producir carne infantil para consumo de pederastas.
En el bien entendido de que quienes más promocionan esta sexualización infantil son mujeres del cotarro feministoide, como la antropóloga (Estel Malgosa) que figura en la foto, porque la pederastia femenina, al contrario de la masculina, es elusiva y difícil de identificar como tal. Las mujeres pedófilas son quienes van a salir más beneficiadas con esta política de sexualización infantil. Al no haber penetración sexual, como ocurre con los hombres, podrán satisfacer su pulsión pedófila a sus anchas y sin que los niños, convenientemente programados, lejos de resistirse, gocen con ello, y sin que la sociedad las considere abusadoras sexuales. Lo cual forma parte de la agenda feministoide, que busca empoderar a las mujeres con la coartad de que siempre han sido víctimas, de los hombres, que las dejan embarazadas, y de los niños, que las tienen embarazadas hasta que nacen.