San Cecilio fue el primer obispo de Granada cuando, bajo la dominación romana, Granada se llamaba todavía Illíberis. Fue uno de los «7 Varones Apostólicos», que eran discípulos del apóstol Santiago y fueron enviados a España. Los otros seis Varones son: Torcuato, Segundo, Indalecio, Tesifonte, Eufrasio y Hesiquio o Esiquio también podría ser Hexiquio o Exiquio.
El Papa Juan Pablo II, en su primer viaje a España del año 1982, pronunció las siguientes palabras refiriéndose a nuestra nación: “…fue conquistada para la fe por el afán misionero de los Siete Varones Apostólicos”.
La vida de todos ellos está oculta tras los velos de la leyenda transmitida oralmente. Se sabe a ciencia cierta, como hemos dicho, que san Cecilio fue obispo de illíberis, que escribió algunos tratados para instrucción de los fieles y que sufrió martirio bajo la dominación de Nerón, supuestamente quemado en el monte Illipulitano.
Fuentes fidedignas afirman que los “Varones” fueron consagrados obispos en Roma por los Apóstoles San Pedro y San Pablo, e incluso se dice que fue en el año 44. Estos nuevos prelados posteriormente arriban a las costas de Iberia por un lugar entre Cartagena, Almería o posiblemente Almuñécar (Granada); para continuar a Guadix donde deciden separarse y continuar cada uno con su apostolado. A Vergi se marcha Texifón. La antigua Vergi fue fundada por San Tesifón en el siglo I de nuestra era y desaparecida con la invasión musulmana, actualmente es Berja situada en Almería. Segundo a Abula hoy Abla también de Almería. Torcuato se quedó en Acci, actual Guadix. Indalecio se fue a Uci, actual Almería. Cecilio, ya mencionado, a Illibris, actual Granada. Exiquio a Carcesa, cerca de Cartagena y Eufrasio a Illiturgi, actual Andújar.
Y continuando con San Cecilio decir que en Granada y en el Sacromonte se encuentra el principal monumento que es su Abadía, construida por el arzobispo Don Pedro de Castro en el siglo XVII en el lugar donde aparecieron las reliquias de San Cecilio y otros testimonios de los que habrían sido los primeros cristianos de Granada, entre ellos, como hemos dicho, San Cecilio, ya en el siglo I; y algunos otros varones apostólicos, compañeros de Santiago.
La extraordinaria aparición entre 1588 y 1599 en la torre Turpiana y en el Sacromonte entonces monte de Valparaiso, de una serie de reliquias, entre ellas –como hemos dicho- las supuestas cenizas de san Cecilio, también una lámina que indicaba que su martirio tuvo lugar en el monte Illipulitano en el segundo año del imperio de Nerón y los Libros plúmbeos.
Todo esto intensificó la devoción y el culto al santo obispo en Granada. Para aclarar la polémica suscitada por los hallazgos, un Concilio local celebrado en 1600 declaró auténticas las reliquias encontradas; mientras que los Libros plúmbeos, tras numerosas vicisitudes, fueron declarados falsos y condenados por un breve apostólico de Inocencio XI en 1682.
A raíz de estos acontecimientos, se cambió la fiesta litúrgica de san Cecilio del 15 de mayo, fecha en que se celebraba junto a los otros seis varones apostólicos, al 1 de febrero, fecha del martirio según una de las láminas encontradas. San Cecilio es, desde finales del siglo XVI, venerado como patrono de Granada y también su archidiócesis, y su fiesta se celebra, como hemos dicho, el 1 de febrero.
Tras la Reconquista, basándose en la tradición medieval y buscando enlazar la nueva Iglesia de Granada con sus más remotos orígenes en la comunidad cristiana de Illíberis, una de las primeras parroquias creadas en la ciudad fue la de san Cecilio, aunque en sus inicios se veneraba a san Gregorio Bético o de Elvira que era el patrón.
La diócesis de Granada fue elevada a arquidiócesis el 10 de diciembre de 1492. Y se compone de las siguientes diócesis: Granada, Guadix, Jaén, Almería, Málaga y Cartagena. La diócesis de Cartagena tiene su sede en Murcia y la de Málaga incluye Melilla.
Imágenes de San Cecilio en Granada se encuentran entre otros lugares en la Abadía del Sacromonte, en la Iglesia de Santo Domingo, de los Dominicos y lógicamente en la Iglesia de San Cecilio. Desde allí cada año sale en solemne procesión para que la ciudad de Granada dignamente homenajee su patronazgo.
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