fbpx

El legado de Sammy Basso: «No he perdido ninguna batalla»

Iglesia

COMPARTIR EN REDES

El pasado 12 de octubre de 2024, el obispo de Vicenza, Giuliano Brugnotto, compartió el testamento espiritual de Sammy Basso, un joven de 28 años fallecido recientemente y conocido por su lucha contra la progeria, una enfermedad que causa envejecimiento prematuro.

A pesar de las dificultades, Sammy abrazó la vida como un don de Dios. Su legado quedó plasmado en una carta escrita para ser leída en su funeral, en la que comparte su amor por la vida, la fe y el agradecimiento hacia sus seres queridos.

La vida como un don divino

Sammy dejó claro en su carta que, aunque su vida estuvo marcada por la progeria, jamás vio su enfermedad como una batalla perdida. Para él, no hubo enfrentamientos, sino una vida que debía ser abrazada con sus dificultades y bellezas. «No he perdido ninguna batalla», escribió, afirmando que su vida fue siempre un regalo maravilloso que recibió de Dios. Esta visión positiva y agradecida fue una constante en su vida.

En su testamento, Sammy reflexiona profundamente sobre la vida, los errores y el amor. Aunque reconoce haber cometido fallos, también afirma que lo que realmente perdura es el amor, ya que proviene de Dios.

La gloria personal y la fama son pasajeras»,

subraya, mientras que el amor, al ser eterno como Dios, es lo que realmente tiene valor. Sammy se da cuenta de que su deseo de trascendencia fue en parte impulsado por el egoísmo, pero al final comprendió que el amor era la única verdadera grandeza.

Una de las ideas más poderosas de la carta de Sammy es su convicción de que no siempre debemos buscar lo positivo en los eventos negativos, sino crear el bien a partir de ellos. Para él, esto es lo que Dios nos ha otorgado como capacidad humana más valiosa: transformar las circunstancias adversas en oportunidades para amar y hacer el bien. En esta reflexión, Sammy invita a todos a actuar siempre con amor, incluso cuando las situaciones parecen oscuras.

La muerte como parte del plan de Dios

Sammy dirige un mensaje lleno de amor y gratitud a sus seres queridos. Les asegura que, aunque ya no estará presente físicamente, los acompañará en espíritu. Los alienta a vivir plenamente las emociones que surjan tras su partida, ya sea llorar o celebrar su vida. En lugar de un recuerdo lleno de solemnidad, Sammy desea ser recordado con alegría, brindando por la vida que compartieron y celebrando la compañía de amigos y familiares.

La reflexión de Sammy sobre la muerte está impregnada de su profunda fe cristiana. Aunque reconoce que el miedo a la muerte es natural, también afirma que, para un cristiano, la muerte es el paso necesario para regresar a la casa del Padre y estar en la presencia de Dios. «Para un cristiano, la muerte es la única manera de regresar finalmente a la casa del Padre», afirma. Esta convicción lo llevó a enfrentar su propia muerte con serenidad y esperanza, seguro de que la vida eterna lo aguardaba.

La cruz y la ayuda mutua

En su testamento, Sammy exhorta a sus seres queridos a no temer cargar la cruz que Dios les ha dado, tal como él lo hizo. Asegura que es esencial aceptar la ayuda de otros en este camino, tal como Jesús fue ayudado a cargar su cruz. Este consejo es una llamada a la humildad y al apoyo mutuo, recordando que en la vida, Dios nos acompaña y nunca nos deja solos en nuestras dificultades.

El testamento de Sammy concluye con un profundo agradecimiento a Dios. Sammy reconoce que todo lo que vivió, cada cosa bella, fue obra de su fe. Dios transformó su vida de una manera extraordinaria, y Sammy lo agradece con todo su corazón. Además, invita a todos a nunca cansarse de servir a Dios y a vivir de acuerdo con sus mandamientos, sabiendo que sin Él nada tiene sentido.

Un himno a la vida y al amor

El testamento de Sammy Basso es más que una despedida; es un himno a la vida y al amor. Sus palabras nos recuerdan que la vida, con sus altibajos, sigue siendo un don sagrado que merece ser vivido con fe, amor y alegría. Sammy dejó un legado imborrable, mostrándonos que, incluso en medio de la adversidad, se puede vivir plenamente y con esperanza en el amor de Dios.

En resumen, el testamento espiritual de Sammy Basso se convierte en un poderoso recordatorio de cómo debemos valorar la vida, vivir con amor y esperanza, y enfrentar la muerte con fe. Aunque su presencia física ya no esté entre nosotros, su espíritu y sus enseñanzas perduran, inspirándonos a vivir con propósito y gratitud.

¿Te ha gustado el artículo?

Ayúdanos con 1€ para seguir haciendo noticias como esta

Donar 1€
NOTICIAS RELACIONADAS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.