Hace 2 años empecé como voluntario de 40 Días por la Vida porque un buen amigo me invitó a orar en frente de un abortorio, que es, la última línea de batalla contra el ABORTO. La realidad del mundo del aborto la conocía desde muy lejos; era un problema que existía pero que no me afectaba mucho. ¿Realidad muy lejos de la mía? ¿Muy liado con mi propia vida y mundo? El aborto lo trataba como las guerras que vemos en la tele, lejos de España y algo que parecía imposible de resolver. Tampoco sabía qué hacer ni cómo podía colaborar para cambiar esta cruel realidad, quizás, el mayor genocidio que conozca la humanidad, con más de 55 millones de bebés abortados cada año.
Después de haber participado en varias campañas de 40 Días rezando por el FIN DEL ABORTO en España y el mundo entero, mi visión del aborto ha cambiado completa y radicalmente, y con ello también mi vida. Hoy, sigo siendo voluntario de 40 Días por la Vida porque creo en el poder del ayuno, de la oración en comunidad y sobre todo, en el poder de Dios de ponerle fin al aborto. Nada es imposible para Él, pero recordemos que no podemos permanecer indiferentes ante la injusticia contra un inocente, pues “…si el Aborto no está mal, entonces, nada está mal…”, decía Santa Teresa de Calcuta.
El pasado mes de mayo empezó a tramitarse a instancia del Grupo Parlamentario Socialista una modificación del Código Penal por la cual participar en concentraciones en las proximidades de lugares donde se practica el aborto puede considerarse acoso y se podrá castigar incluso con penas de prisión. Esta modificación legal claramente pretende coartar las libertades de los ciudadanos, yendo incluso contra el derecho fundamental de la libertad religiosa reconocido en el art. 16 de la Constitución Española, según el cual, este derecho se ejercerá sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley. Se quiere prohibir orar en la calle con una ley ilegal, limitando el derecho fundamental de libertad religiosa. ¿Nos meterán en la cárcel a las personas que como yo rezamos en las proximidades de un centro donde se practica el aborto? Esta ley supone que las personas que rezamos por las mamás y los bebés en riesgo de ser abortados nos convirtamos en criminales. ¡A prisión por rezar!
Sin embargo, hay mucha esperanza que viene de EEUU. La semana pasada fue histórica para todos los que defendemos la vida desde su concepción. El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dado luz verde a la limitación de la ley del aborto en Texas, estado donde nació 40 Days for Life en 2004. La nueva legislación, firmada en mayo por el gobernador republicano Greg Abbott, tan solo permite la interrupción del embarazo si un profesional médico no detecta actividad cardíaca en el feto, algo que suele suceder alrededor de la sexta semana de gestación. Es para todos nosotros, PROVIDA, un momento muy esperanzador. ¡Gloria a Dios!
En 40 Días por la Vida sabemos que el aborto es fundamentalmente una batalla espiritual. Y por eso no hay camino más directo para combatirlo que la oración, pues rezar es muchas cosas, pero principalmente consiste en amar, en esperar y en confiar. Precisamente es esta receta la que necesita esta sociedad que ha normalizado la muerte y que se venda los ojos ante el sufrimiento insoportable de la mujer que se arrepiente de haber abortado a su hijo, la sociedad que habla de proteger a la mujer pero que no la ayuda cuando en situación de vulnerabilidad ante un embarazo inesperado desea ser madre, la sociedad que presiona y asume que una mujer no puede triunfar en la vida si continúa un embarazo en “el momento inadecuado”…
Como dijo una vez Juan Manuel Cotelo sobre el aborto, “la confianza en la oración es la diferencia entre el todo y la nada, porque no hay nada más eficaz para transformar el corazón humano que la oración”. Y por este principio creemos necesario como Iglesia universal que somos, unirnos durante 40 días para ayunar y rezar juntos frente a los centros donde se realizan abortos y así dar visibilidad en nuestra comunidad a esta dura y triste realidad. Más de 1 millón de voluntarios rezando por el fin del aborto en 64 países, creemos que pueden hacer la diferencia, pues así lo ha demostrado Dios tantas veces con su misericordia: ciudades enteras se han salvado por el poder de la oración.
No sabemos qué pasará mañana si la ley del PSOE se aprueba, pero sí sabemos lo que podemos hacer hoy mientras seamos libres. Hoy con esta ley se ataca a los próvida que están a pie de calle. ¿Mañana a quién le tocará? Ya se habla de atacar la objeción de conciencia de los médicos…
Te invito a cuestionar a la sociedad, a formar parte del cambio y a rezar con nosotros por el FIN del aborto. Participa en la próxima campaña de 40 Días por la Vida que tendrá lugar del 22 de septiembre al 31 de octubre en cualquiera de las 8 ciudades donde estaremos presentes: Barcelona (en dos centros a la vez), Cádiz, Córdoba, El Puerto de Santa María, Madrid, Pamplona, Valladolid y Vitoria. Puedes apuntarte en:
https://40diasporlavida.online/
40 Días por la Vida llegó en 2016 a España y llegó para quedarse. La batalla es ahora, ¡Únete al principio del fin del aborto!
¡Ven Señor Jesús! ¡María, ven en nuestro auxilio! San José, ruega por todos nosotros. Amén.
Voluntario Español de 40 Días por la Vida,
Participa en la próxima campaña de 40 Días por la Vida que tendrá lugar del 22 de septiembre al 31 de octubre en cualquiera de las 8 ciudades donde estaremos presentes Share on X
1 Comentario. Dejar nuevo
Primera llamada.
Aborto es a esta generación lo que a los aztecas los sacrificios humanos.
Y la historia se repite. Sobre nosotros ya se instaló una sentencia: no permanecerá una sociedad fincada sobre los cadáveres de sus hermanos,
Cuando atentas contra la naturaleza, ella como buena madre te va a reprender. Solo que… no te va a gustar; los que asesinamos también son sus hijos.
Epidemias, terremotos, tifones, inundaciones,, tornados huracanes, volcanes en erupción, cerros que se caen… ¿te suena?, o todavía crees que «el cambio climático» ¿es sólo por la contaminación?.
A toda acción corresponde una reacción, pura ciencia básica, y ningún gobierno te va a salvar de lo que se viene, o… ¿a poco si?