La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 determinó que la familia es el elemento fundamental de la sociedad, la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea en el años 2000 estableció que se garantizaba la protección de la familia en los planos jurídico, económico y social y el artículo 39 de la Constitución Española de 1978 dice que los podres públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia.
Después de tan altisonantes declaraciones ¿cómo está la familia aquí y ahora? El Instituto de Política familiar ha publicado su Informe sobre la evolución de la Familia en España 2014.
Si la familia se compone de un matrimonio, padre y madre, y sus hijos este Informe pone de manifiesto que en España cada vez se producen menos matrimonios, lo que ha supuesto el desplome de la tasa de nupcialidad. Si en el año 2000 era 5,37 matrimonios por cada 1000 personas se ha reducido a 3,56 en el 2012 y ello gracias a los matrimonios con extranjeros que representan el 18% de los contraídos. Por Comunidades autónomas la que tiene una tasa de nupcialidad menor es Canarias con 2,82 por cada 1000 personas y la más alta Cantabria con 3,96.
Es interesante el dato de que los españoles cada vez se casan más tarde a los 37,4 años de media y que de cada cinco matrimonios tres lo hacen por lo civil.
Hay muchas parejas que no se casan ni por lo civil ni por la iglesia, son las parejas de hecho, que ya alcanzan más de millón y medio de hogares, de las que el 22,7% tienen hijos.
Las rupturas familiares en 2012 fueron 110.000. Dice el informe que se rompen 303 matrimonios cada día. Las rupturas acumuladas superan las 2,7 millones desde 1981, las cuales afectan a más de dos millones de hijos. Desconozco si las rupturas de parejas de hecho están contabilizadas en esa cifra, ya que se habla de divorcios, lo que implica que existía una unión legal previa. Las población de divorciados y separados supera el 6% de la población mayor de 16 años.
Los datos de natalidad demuestran que existe un gran déficit de niños, de hijos, pues nacen 116.000 niños menos que en 1980 a pesar del incremento de población y la inyección de la natalidad de madres extranjeras. Si en 1980 nacieron 571.018 niños, en 2012 solo nacieron 454.648, que habría que reducir a 367.703 sin la natalidad de las madres extranjeras.
El índice de fecundidad, número de hijos por mujer, es de 1,32, muy alejado del nivel de reemplazo generacional que habría de ser de 2,1 Solamente Portugal y Polonia están por debajo de España. La pirámide de población está cada vez más invertida, es decir, más viejos y menos jóvenes, lo que hace insostenible el estado del bienestar del que tanto se habla.
Otros datos inquietantes son: Cada vez se tiene los hijos más tarde 31,56 años de media y que dos de cada cinco hijos son extramatrimoniales. Más grave aún es la evolución de los abortos: 112.000 en el año 2012, lo que lo convierte en una de las principales causas de mortalidad así como del bajo índice de natalidad.
Los problemas económicos que padecemos seguramente se arreglarán pero la familia, base de la sociedad, nadie parece estar interesado en promocionarla, ni ayudarla, ni conciliar la vida laboral y familiar, ni proteger la maternidad, ni la vida del no-nacido, nada de nada, a pesar de todas la promesas electorales.