El manzano (lat., Pyrus malus) es un árbol de hoja caduca que produce una fruta excelente conocida como manzana. Es un frutal que para su cultivo no reclama tierras especiales, pero es necesario que el terreno tenga buena profundidad para arraigar bien, y que sea soleado y con buen drenaje. La manzana tiene un lugar particularmente destacado en la cocina tradicional, y es, por ejemplo, el elemento principal de las famosas manzanas rellenas con carne picada de Arenys de Munt, llamadas popularmente «relleno».
La piel de la manzana se ha usado en la tradición medicinal de nuestro pueblo por sus numerosas propiedades vitamínicas y digestivas, ya que goza de numerosas propiedades digestivas (igual que la infusión de jengibre o el té negro), especialmente en los casos de digestiones difíciles, gastritis y diarreas. Un preparado de canela con las pieles de la manzana es excelente. Para hacerlo, se ha disponer de la cáscara de dos o tres manzanas camuesas, una rama de canela, un poco de agua, unas gotitas de jugo de limón y una cucharada de miel, todo se pone a fuego lento durante cinco minutos, resultando un brebaje muy adecuado para curar la gastritis, la diarrea y desarreglos del vientre.
La ingestión habitual de la manzana tiene efectos suavemente laxantes y hervida regulariza las disfunciones intestinales. El agua que ha servido para hervir la manzana resulta de especial utilidad para las enfermedades que comporten estados febriles. Del mosto de la manzana fermentado se prepara una bebida espumosa llamada sidra, (en vasco: Sagardua) que es muy refrescante y vitamínica. Además de poseer propiedades antioxidantes la sidra ejerce una función protectora del aparato vascular, favorece la eliminación del ácido úrico y evita la aparición de cálculos renales. La sidra es una bebida ideal para acompañar tanto platos de carne como de pescado y, en la mesa, se puede tomar, siempre moderadamente, alternativamente al vino.
