La manifestación pro vida del próximo 26 de junio en Madrid a las 12h, que planea dejar constancia de la gran resistencia que hay en España contra la reforma de la Ley del aborto que promueve el Gobierno, prosigue su andadura, ahora con un encuentro organizativo para las entidades catalanas.
«El principal motivo de hacernos presentes en la calle es la preparación de una nueva ley del aborto», afirma e-Cristians, una de las entidades organizadoras.
Dos grandes plataformas, la Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad, y NEOS, así como la asociación europea One of Us, Cada Vida Importa y la Federación de Asociaciones Pro Vida, de Foro de la , entre otros, ha convocado esta gran concentración.
Las organizaciones convocantes invitan a las entidades del ámbito catalán a participar en la reunión de coordinación para acudir el 26 de junio a Madrid. Será una reunión que por Zoom el próximo día 7 de junio a las 19h. Para participar es necesario enviar un e-mail a secretaria@e-cristians.net y se recibirá el enlace.
La convocatoria está abierta a todas las entidades del entorno de Cataluña que tengan interés en promover la cultura de la vida.
Según las entidades que promueven la manifestación pro vida, la reforma de la Ley del aborto cumple varios puntos que la convierten en una sinrazón. Son los siguientes:
Es insólito realizar una nueva ley sobre el aborto cuando la ley vigente está pendiente de un recurso de inconstitucionalidad. Esto no es respetuoso con la división de poderes y, por tanto, con la democracia. No esperar que se establezca su jurisprudencia es una manera de mediatizar la justicia y nuestros derechos.
Es escandaloso legislar que puedan abortar chicas de 16 años sin conocimiento del padre y la madre, cuando por cosas de mucha menos trascendencia es imprescindible su permiso.
Es una obstrucción a la libertad eliminar el período de reflexión de tres días y suprimir la entrega del sobre con información sobre las ayudas a la maternidad. Esto invita a una decisión más precipitada y con menos conocimiento de la realidad.
Es injusta la obligación de declarar las propias convicciones en un registro de objetores. Esto significa mayor control político y el riesgo de discriminación profesional. Se crea una situación de señalización y persecución contra los médicos y profesionales de la salud que quieren respetar el derecho a la vida.
Es un paso más al difundir la muerte. La nueva ley favorece más el aborto y se suma a la ley a favor de la eutanasia y el suicidio asistido, a la ley de enseñanza que quiere eliminar la escuela concertada y la libertad en el ideario, al recorte de la patria potestad por medio de las diversas normativas aprobadas, a la persecución penal de las personas que ofrecen ayuda a las mujeres que acuden a centros de aborto, a la manipulación de los niños en la escuela con el adoctrinamiento en la ideología de género … El listado es largo y, en definitiva, indica la voluntad de imponer un modelo de sociedad, contrario a la ley natural y la antropología humana, que tiene además una clara fijación anticristiana.
Por eso consideran que «es hora de manifestar nuestro total desacuerdo, con fuerza y con un estilo respetuoso, propio de quienes defendemos la sociedad de la vida«. Además, urgen a notar que «si ahora no nos manifestamos, ¿cuándo lo haremos?», y concluyen, «hay muchos motivos».