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La degradación bioética: el primer bebé de Europa gestado por dos mujeres nace en España

Familia

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España ha sido escenario de un escenario médico que ha generado gran controversia. El pasado 30 de octubre, en el Hospital Juaneda Miramar, nació Derek, el primer bebé en Europa gestado por dos mujeres, Azahara y Estefanía, a través de la técnica INVOcell. Si bien algunos celebran este avance como un triunfo de la ciencia, se trata de un preocupante reflejo de la falta de bioética y de la manipulación de embriones humana.

El INVOcell es un dispositivo que actúa como incubadora, pero, a diferencia de las tradicionales, se coloca debajo del cuello uterino de una de las mujeres. Esto permite que el desarrollo embrionario inicial ocurra dentro del cuerpo humano en lugar del laboratorio. Este tipo de técnicas de ingeniería humana hacen que sea imperativo cuestionar la ética detrás de tales prácticas. ¿Manipular la naturaleza y el proceso biológico natural de la gestación?

El Instituto Cefer describe el INVOcell como un dispositivo donde se combinan óvulos y esperma. Posteriormente, este aparato se introduce en la vagina de una mujer, donde las primeras etapas del desarrollo embrionario tienen lugar. Este proceso, aunque innovador, plantea serias dudas sobre la intrusión en el proceso biológico de reproducción.

primer bebé gestado por dos mujeres

La operación, que cuesta alrededor de 6.000 euros, se llevó a cabo en marzo de 2023 por el equipo de Juaneda Fertility, convirtiéndose en el primer laboratorio europeo capaz de realizar esta técnica. Aunque el centro sanitario asegura que el procedimiento tiene un gran valor emocional para las madres al compartir la gestación del primer bebé gestado por dos mujeres, supone una confrontación con la naturaleza biológica humana y los límites éticos en la manipulación de embriones.

Los expertos indican que este proceso es similar a la fecundación in vitro (FIV), que a menudo requiere múltiples intentos para tener éxito con la consecuente pérdida de seres singulares e irrepetibles. Con los rápidos avances en la medicina reproductiva, la sociedad debe ser cauta y considerar las implicaciones éticas de estas intervenciones. Es fundamental regresar a una realidad biológica natural y respetar la integridad y dignidad de la vida desde su concepción.

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3 Comentarios. Dejar nuevo

  • “algunos celebran este avance como un triunfo de la ciencia”

    ¿De la ciencia? Este chapuceo no es más que el triunfo de la inconciencia y la prepotencia al servicio de los caprichos de la demencia.

    “el centro sanitario asegura que el procedimiento tiene un gran valor emocional para las madres al compartir la gestación”

    ¿Las madres? ¿Y el padre? No existe, lo han borrado, y en su lugar han puesto a una madre. El valor emocional de la nueva persona engendrada, que requiere una madre y un padre, les importa un pepino. Al bebé lo habrán gestado dos mujeres, lo cual figurará en la parafernalia mediática como un gran progreso, pero la clínica Juaneda Fertility ha utilizado como carne de experimentación al bebé, y este par de mujeres como píldora de satisfacción emocional. A una persona no se la puede tratar así, a posta y sin parar mientes en su dignidad ni en sus derechos.

    No hay más que ver a los implicados, ahí en la foto, tan sonrientes y pagados de sí mismos, como si hubiesen logrado algo valioso, cuando no han hecho más que degradar y corromper el valor de la reproducción humana, un valor en el que quien debería contar más que nadie es la nueva persona a la que se ha dado vida. Pero no. Estamos en un mundo al revés.

    Pero ya puestos, y para mayor progreso, podrían ir pensando en introducir el Invocell en la vagina de una perra o una gata, con el loable objeto de que una madre pueda compartir la gestación con su amada mascota.

    Responder
  • Esta técnica, así como la de la FIV, solo tiene un valor auténtico, y es el de mostrar a las claras que el bebé recién nacido es el mismo ser humano que se introdujo, dentro de la cápsula Invocell, en la vagina de una de las mujeres. Es decir, que este nuevo ser, con tan pocas células comparado con las que tendrá el bebé, es un cuerpo independiente, que se desarrolla por sí mismo, y que no forma parte del cuerpo de nadie, sino que solo está alojado en una vagina para llegar a estar en condiciones de anidar en el útero y seguir creciendo hasta el nacimiento.
    Con ello se ha puesto en evidencia, por si hacía falta alguna prueba más que el simple sentido común, que el aborto es el asesinato de un ser humano, Que un embrión se pueda engendrar, manipular, alojar e implantar por medio de estas técnicas manipuladoras da al traste con cualquier legitimación racional y científica del abortismo militante, que se queda sin argumento alguno.
    Por desgracia, es pedir demasiado que la dominante mentalidad feministamente correcta saque esta evidente conclusión del éxito de la susodicha gestación dual. Solo se valorará que con ello la humanidad ha conseguido la consolidación físico-mental de la familia formada por parejas lesbianas, puesto que ambas mujeres han “gestado” a su bebé. Y por supuesto no verán, porque no quieren verlo, que se han quedado sin otra justificación, para aceptar el aborto, que el deseo de eliminar a un ser humano indeseado cuya existencia molesta.
    Y tampoco reflexionarán sobre lo pletórica y desbordante que debe ser la implicación emocional de una mujer que da a luz por gestación subrogada si para exhibir el éxito de este caso, en el que una de las mujeres solo ha tenido al embrión unos cuantos días en su vagina, se aduce el “gran valor emocional para las madres al compartir la gestación”

    Responder
  • Silveri Garrell
    8 noviembre, 2023 10:27

    Los científicos no dicen nada respecto a que en el futuro muchos jóvenes en edad de casarse seran hermanos de parte de un padre desconocido y al engendrar mediante el sistema endogámico los defectos genéticos heredados se acumularan en los descendientes provocando el nacimiento de niños deformes, ya les pasó a los egipcios que eran endogámicos y se casaban entre hermanos que, ahora se descubre en momias de niños deformes. En el Levítico ya se dice de no descubrir la desnudez de los parientes próximos que hace referencia al sexo sin nombrarlo directamente, ya sabía Moisés inspirado por Dios y con experiencia del pueblo egipcio lo que escribia en Levítico.

    Responder

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