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¿Por qué te ocultan la verdad del “Informe Kinsey”? (I)

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Alfred Kinsey, un biólogo estadounidense especializado en taxonomía, cambió radicalmente el concepto de la sexualidad en la sociedad moderna. 

En la década de 1940, sus informes sobre el comportamiento sexual humano sacudieron los fundamentos morales de la época, presentando la diversidad sexual como algo normal y aceptable. 

Sin embargo, su legado ha sido objeto de fuertes críticas, no solo desde una visión moral , sino también desde el ámbito científico. 

Investigaciones más recientes, como las del historiador James H. Jones, han desvelado graves manipulaciones en los estudios de Kinsey, lo que pone en clara duda la validez y la honestidad de las conclusiones de sus informes.

Kinsey fue durante años coordinador de los cursos sobre el matrimonio y sexualidad, establecidos en la Universidad de Indiana, y se dedicaba a «aconsejar» a los estudiantes sobre temas sexuales.  

Gracias a estos exitosos cursos, a los que acudían gran número de estudiantes, Kinsey comenzó a recopilar documentación sobre las parejas e intentó cambiar los conceptos morales referentes a las prácticas sexuales. 

A pesar de que Kinsey tenía un conocimiento mínimo de la sexualidad o de la psicología acabó presentando al mundo la diversidad sexual como algo normal.

Kinsey y la distorsión de la moral sexual

Los informes de Kinsey, “Sexual Behavior in the Human Male” (1948) y “Sexual Behavior in the Human Female” (1953), se convirtieron rápidamente en textos de referencia mundial sobre la sexualidad humana. 

Kinsey defendía que todas las formas de expresión sexual, desde la heterosexualidad hasta la homosexualidad y la bisexualidad, eran igualmente válidas y normales según la naturaleza del hombre.

Su estudio sostiene que las personas no se ajustan exclusivamente a categorías sexuales binarias. Lo que hoy conocemos como la escala de Kinsey representó, a mediados del siglo XX, una revolución en la comprensión científica de la sexualidad humana. Entre las conclusiones más destacadas del estudio, se afirma que solo el diez por ciento de la población es completamente heterosexual, y otro diez por ciento es exclusivamente homosexual. El resto se encuentra en algún punto intermedio.

Kinsey en sus estudios reducía la sexualidad a una cuestión puramente física, despojándose de su valor trascendental y moral. No tenía en cuenta que la sexualidad humana se funda en su naturaleza misma, a imagen y semejanza de Dios, es decir, en aquello que conduce al ser humano a su verdadero bien.

Además, promovía comportamientos desordenados como la promiscuidad y las relaciones homosexuales no como algo excepcional sino como la normalidad. Y consideraba, todos los «desahogos sexuales» como «aceptables» y «normales». Kinsey era del parecer de que la bisexualidad es la más «equilibrada» de todas las orientaciones, puesto que incluye tanto las actividades heterosexuales como las homosexuales. 

Existe una historia mucho menos conocida sobre Kinsey y su proyecto de investigación: gran parte de su trabajo fue financiado por la Fundación Rockefeller (RF). Surge entonces la pregunta de por qué y de qué manera una fundación de tal envergadura se interesó en la investigación de la sexualidad humana, y cómo y con qué fin se desarrolló esta relación de financiación. En aquel momento la Fundación Rockefeller apoyaba al Comité de Investigación en los Problemas del Sexo del Consejo Nacional de Investigación (NRC). 

En 1941, Kinsey recibió su primera subvención del NRC por un monto de 1.600 dólares. Para 1947, su proyecto ya contaba con un financiamiento anual de 40.000 dólares provenientes del NRC, fondos que eran aportados en su totalidad por la Fundación Rockefeller. Como muestra de la importancia que se le otorgaba a la labor de Kinsey, la mitad de las contribuciones anuales de la Fundación Rockefeller al Comité del NRC se dirigieron a su investigación sobre sexualidad.

Así es como Alfred Kinsey acogió la oportunidad de ser el pastor ideológico del lobby gay.

Este artículo es la primera entrega de una serie, continúa con nosotros para la segunda parte que publicaremos próximamente

 

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