Un grupo de alumnos de bachilleratos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha dado un paso al frente en la lucha contra la politización en las aulas de la educación superior.
Durante una charla orientativa, que debía centrarse en las ramas de las ciencias sociales, el profesor encargado desvió el enfoque hacia temas de índole política, incluyendo el supuesto lenguaje inclusivo, el machismo y el colectivo LGTBI. Los estudiantes decidieron abandonar el aula en señal de protesta, demostrando su rechazo al adoctrinamiento ideológico.
Esta acción valiente por parte de los estudiantes subraya una preocupación creciente: la universidad, un espacio tradicionalmente dedicado a la educación y la investigación objetiva, está siendo usurpada por ideologías partidistas y unilaterales y existe una politización en las aulas.
Hoy en la universidad complutense de Madrid, en vez de dar una charla orientativa sobre las ramas de las ciencias sociales para saber que grado coger,el profesor asignado empieza a hablar sobre política, el lenguaje inclusive y el “machismo”. La gente en contra, decide irse. pic.twitter.com/wFNNuLlOYb
— % (@paulitarbs) December 12, 2023
En un entorno académico, donde la diversidad de pensamiento y la libertad de expresión deberían ser piedras angulares, parece que solo ciertas ideologías son promovidas, dejando de lado una pluralidad de perspectivas.
Un caso que no es aislado
El incidente en la UCM no es un caso aislado. La institución ha estado anteriormente en el ojo del huracán por eventos similares, incluyendo la acogida de jornadas de mítines del partido Podemos y la aparición de una bandera de España destrozada en su facultad de Políticas.
Además, recientemente, las asociaciones estudiantiles S’ha Acabat! y Libertad sin Ira se vieron impedidas de celebrar un acto en memoria de las víctimas de ETA, debido a lo que describieron como «presión y censura» por parte de la universidad.
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Este patrón de acontecimientos señala una tendencia preocupante: bajo el pretexto de la libertad de expresión, se está permitiendo que ideologías destructivas ganen terreno en la educación superior. La universidad debe ser un bastión de conocimiento y debate constructivo, no un altavoz para agendas políticas específicas.
Los estudiantes de bachillerato mostraron en la UCM con su actuación que están dispuestos a defender este principio. Su protesta pacífica es un recordatorio de que la universidad debe ser un lugar de aprendizaje y desarrollo intelectual equilibrado, y no un espacio para la difusión de ideologías concretas y partidistas.
Es hora de que las instituciones educativas públicas retomen su verdadero propósito y aseguren un entorno académico libre de adoctrinamiento político.
1 Comentario. Dejar nuevo
Este supuesto profesor era en realidad un robot come-cocos marca Podemos. Más que de adoctrinamiento ideológico y politización, se trataba de insuflación de estupideces, porque lo del lenguaje inclusivo, el machismo y el colectivo LGTBI no son otra cosa que mamarrachadas mentales sin relación alguna con la realidad.
Por suerte, hay gente joven que aún tienen la cabeza en su sitio y reaccionan ante estos abusos. Se dieron cuenta de que les habían tendido una trampa y se largaron por dignidad. El robot-profesor debió de seguir soltando memeces hasta que se la acabó la batería.