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Entrevista a Pep Borrell: «Si a tu marido le apasiona el futbol, tú debes saber quién es Lamine Yamal»

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Esposo, padre y orgulloso abuelo. Este es Pep Borrell, un odontólogo que habla de su gran vocación: el matrimonio.  Podría añadirle también el título de «maestro del sentido común con humor de alto voltaje».

Pep no solo ha vivido el amor con entrega, sino que lo ha pensado, rezado, escrito en sus libros y compartido con miles de matrimonios a lo largo de los años.

Sus libros y charlas son experiencia viva hecha palabra, con la sabiduría serena de quien ha pasado por las luces y las sombras de la vida conyugal… y sigue apostando cada día por la belleza de este sacramento.

Su estilo directo, su alegría desbordante y su fe sólida lo han convertido en un gran referente para los jóvenes.

En esta entrevista, hablamos con Pep sobre las verdades esenciales del matrimonio, el reto de educar a los hijos, los malentendidos del amor romántico y cómo vivir el “para siempre” con humor, fe y mucha ternura.

Prepárate para una conversación que toca el alma y arranca sonrisas. Porque cuando habla Pep, eres consciente de que lo eterno se juega en lo cotidiano… y el amor se revela como un regalo profundamente bello y esperanzador.

Pep, tú has vivido el amor con todas sus estaciones: como esposo, como padre y ahora también como abuelo. Eso te da una mirada muy completa sobre lo que significa amar de verdad y para siempre. Ante una sociedad que idealiza el amor romántico pero se asusta del compromiso, ¿Cómo describirías tú ese amor “de verdad” que se construye en el día a día?¿Qué significa «amor real» cuando hablamos de matrimonio?

Significa que tu mujer, tu marido, es sin ninguna duda, lo más importante en tu vida. Para los que tenemos vocación al matrimonio, que somos la inmensa mayoría de las personas, nuestro cónyuge debe ser lo mas importante, hay que tenerlo claro, no solo en la mente sino en los hechos.

Pequeños detalles constantes, sobre todo de atención y servicio. «Ya lo hago yo» ya voy yo» «no te preocupes» «que necesitas»… mil cosas en el día a día, mirarnos, abrazarnos, hablar mucho, reír, bailar.

Y de vez en cuando alguna cosa extraordinaria que también ayuda en la vida matrimonial, pero que no deben ser lo fundamental.

Regalos, escapadas, incluso hacer obras en casa.

Pero no debemos basar nuestro amor en cosas extras, hay que asentarlo en las cosas ordinarias y eso si no nos lo proponemos y nos esforzamos en hacerlo, no sale.

Hay mil detalles cada día que demuestran de verdad, con hechos, que nos queremos. Es muy importante, en el matrimonio hacernos frecuentemente estas dos preguntas: ¿Cómo te sientes? ¿En que podría mejorar? Para nota!!

Hoy en día muchas parejas sienten que su relación se desgasta ¿Qué crees que es lo que mas desgasta una relación de pareja hoy, y como se puede prevenir?

Sin ninguna duda el egoísmo, el hedonismo, el narcisismo… El pensar más en nosotros mismos que en los demás.

La vida acelerada y consumista que llevamos también es un problema.

Debemos parar y pensar, que en cristiano quiere decir: Rezar!!

Hacer un parón, hacernos las preguntas importantes. ¿Quién soy? ¿De donde vengo? ¿ A donde voy?  ¿Qué quiero de mi vida?

Creo que actualmente es fundamental asumir quienes somos y la vida que nos ha tocado vivir, no compararnos con nadie, aspirar a ser mejores personas.

Personas entregadas a Dios y a los demás.

Seguro que tenemos infinidad de motivos para dar gracias. Ante cualquier situación en la vida a mi me gusta preguntarme: ¿Esto me acerca a Dios o me aparta de Dios? Y esforzarme en actuar en consecuencia.

Hay matrimonios que, con los años, sienten que han dejado de ser pareja para convertirse en compañeros de piso. ¿Qué les dirías para reavivar el «nosotros»?

Tengo una regla nemotécnica que es muy útil: Mirarse, Admirarse, Dejarse de mirar el ombligo y Dejarse mirar por el otro.

Los cinco sentidos en tu marido, en tu mujer, que te pille mirándole, cuanto más nos miremos más nos gustaremos, que tengamos el habito de hablar, mucho y de todo.

Es fundamental sabernos escuchar, abrazarnos, tener muchas relaciones sexuales, estas son un regalo de Dios para la unión de los esposos.

Tener relaciones sexuales es hacer oración, es ser imagen de Dios, por eso yo siempre le digo a mi mujer: «Vamos a rezar, cariño»…

Sólo hay una unión más intima entre dos cuerpos que la unión conyugal, la Eucaristía, en la comunión nos comemos el Cuerpo de Cristo, nos hacemos uno con Él, increíble. Uno más uno, somos uno…

No criticarnos nunca, no hablar mal el uno del otro, ni entre nosotros. No explicar intimidades a terceras personas. Crear un ambiente familiar propio, olvidar las costumbre de las familias respectivas para crear nuestro propio ambiente familiar, que será el que vivirán nuestros hijos, el mejor, el nuestro, el de casa.

Demostrar interés por las cosas que gustan al otro, no hace falta compartir aficiones, fenomenal si las compartís, pero… ¡Qué bonito y como nos gusta, que nuestro cónyuge demuestre interés por las cosas que nos agradan!

Si a tu marido le apasiona el futbol tu debes saber quien es Lamine Yamal… y en la próxima cena en mesita de metro cuadrado, mirándole a los ojos, le preguntas por los últimos goles del delantero. Se va a emocionar mucho más que si le dices al oído veinte veces que le quieres. ¡Cómo nos gusta que los demás se interesen por las cosas que nos apasionan!

Debemos tener el habito de hablar y poder hablar mucho y de todo, porque si no hablamos o sólo comentamos temas de logística familiar, nos será muy difícil entablar conversaciones necesarias de temas importantes.

Finalmente dejarse querer, no poner impedimentos ni condiciones, «yo te doy si tu me das» la felicidad no solo es amar, sino amar y ser amado.

En el amor y más en el matrimonio hay que ser proactivo y proponer planes, encuentros escapadas conversaciones y también hay que ser receptivo, aceptar las propuestas con entusiasmo, aunque haya situaciones en las que cueste.

Todas las cosas que merecen la pena requieren esfuerzo pero no todo es fácil o apetece. Muchas cosas que requieren sacrificio acostumbran a ser las más importantes.

La vida no es fácil y todos tenemos días, y muchas veces temporadas, buenas y malas.

¿Quieres un consejo? Los días buenos los disfrutas y los malos, te acuestas temprano…

Hemos hablado de fe y este tema supone una dificultad objetiva en muchas parejas ¿Cómo se vive la fe en el matrimonio sin que suene forzado o «piadoso de manual»? ¿Cómo se convierte en algo natural, que realmente una?

Primero es indispensable saber que fe tenemos cada uno y como la queremos vivir. Esto es imprescindible antes de casarse.

Para un católico hablar de fe y como la viviremos cuando nos casemos es algo necesario porque la fe no es ir a Misa el domingo, la fe es un modo de vivir que en la sociedad actual llama la atención.

Es sin ninguna duda  vivir a contracorriente. Debemos vivir nuestra fe con naturalidad teniendo muy integradas nuestras practicas cotidianas, la unidad de vida, la presencia de Dios y  vivir con normalidad.

Cada uno tendrá su fe, don de Dios y la vivirá a su manera, pero que bonito es compartirla en el matrimonio y perseverar juntos.

El éxito de un matrimonio no es durar, es llegar juntos al cielo y con alegría.

Concretando: rezar algunas oraciones habituales los dos, asistir juntos a la Eucaristía, bendecir la mesa, dar gracias, rezar el rosario, hacer algunos ratos de oración en silencio pero juntos.

Tener intenciones comunes, pedir el uno por el otro.

Nosotros en casa cuando rezamos el rosario juntos, no tiene fin. Le hemos ido añadiendo oraciones posteriores al rosario que cada vez son más, por las vocaciones en la familia, por la salud de alguien concreto, por, por, por… precioso.

Compartir la fe es jugar la Champions os lo recomiendo, poco a poco y veréis como se une vuestro matrimonio de una manera increíble.

Y sobre todo ser agradecidos, dar gracias a Dios por todo lo que recibimos cada día. Aunque lo estés pasando mal estoy segurísimo que el bien recibido es muy grande.

Has acompañado a muchas parejas. Desde tu mirada, ¿Qué diferencia a los matrimonios que se sostienen y crecen con el tiempo —incluso en las dificultades— de aquellos que acaban rompiéndose o marchitándose por dentro?

Sin ninguna duda la fe, el sentido del humor, la alegría.

Aquellos matrimonios alegres que incluso teniendo problemas importantes asumen la vida con optimismo, son un regalo.

Dios pensó en nosotros, los seres humanos, como imagen suya. Nos creo a su imagen y semejanza, un hombre y una mujer que cuando nos unimos en alma y cuerpo, somos uno, imagen de Dios Trinitario, Uno y trino, comunidad de Amor. Precioso. Como para meterse en camas ajenas.

Como dice mi amigo don José Fernandez Castiella: El matrimonio no es un tema de tips ni de consejos. Es el firme propósito de amar a una persona con un amor que nos trasciende, y una vez tenemos claro esto, todos los tips  y consejos que quieras.

Pero por encima de todo el firme convencimiento de querernos asistidos por la gracia que nos da el sacramento. Solos no podemos, con Dios lo podemos todo.

Pep ¿Y qué pequeño gesto o habito cotidiano recomendarías a cualquier pareja para cuidar su amor? ¿Cómo podemos ser reflejo o inspiración para nuestros hijos de cara a la vocación al matrimonio?

Abrazos de diez segundos uno por la mañana y otro por la tarde, al salir de casa y al llegar del trabajo y que nuestros hijos nos vean.

Abrazos largos y apretados, no hace falta decirnos nada, saber que serán de diez segundos. Los primeros los cuentas, por dentro, que no te oiga, y cuando ya tengáis el habito veréis que saldrán solos.

Si estamos en un momento malo de la relación hay que pedir ayuda. No hay que esperar a estar muy mal para pedir ayuda a un terapeuta con criterio, pero de entrada proponeros el abrazo silencioso, largo y apretado.

Tiene unos resultados espectaculares, como los típicos remedios de la abuela que siempre son muy sencillos pero muy efectivos.

Nuestro hijos deben ver que nos queremos.

El numero uno en educación, sin ninguna duda, es que papá y mama se quieran y los hijos lo vean lo noten, lo sientan.

Por eso, al llegar a casa,  el ultimo de los dos que llegue debe ser un jugador de rugby;  y cuando vienen los niños corriendo a saludarte hay que esquivarlos y si conviene noquearlos al suelo para llegar hasta tu marido/mujer y darle ese abrazo largo tan terapéutico para los dos y también para los niños. Los cuales asumirán que os queréis y por eso les queréis a ellos.

No hay nada que de más seguridad a un niño que ver a sus padres que se quieren.

Actualmente la gente no se casa por culpa de los que estamos casados, muchos dan mal ejemplo, se quejan, hacemos chistes malos sobre el matrimonio, siempre en contra.

Cuando un joven se casa le dicen que no lo haga, «donde te metes».

Muchas veces nos quejamos de las facturas, de los colegios y llevamos el coche lleno de pelas de mandarina por el suelo.

Sin embargo se habla muy bien de los «singles».  Lo guapos que son y lo bien que se lo pasan. Instagram esta lleno.

Nuestros hijos lo ven y sienten una presión social importante. Debemos hablar siempre bien del matrimonio.

Tenemos que dar ejemplo como matrimonios que nos queremos, que disfrutamos que lo pasamos bien. Para que nuestros hijos, viéndonos, digan «yo quiero ser como mis padres.

Y ya que además de esposo eres odontólogo… ¿Cómo es de importante la sonrisa en el matrimonio?

La sonrisa es fundamental en el matrimonio y en la vida.

Hay que sonreír para contagiar alegría y entusiasmo a la sociedad.

Además de que debemos cuidarnos lo más que podamos para estar lo mas guapos que podamos el uno para el otro, no podemos ir con sonrisas horribles y bocas melladas.

La atracción y el enamoramiento no son sólo para la gente joven o soltera.

Debemos enamorarnos cada día de nuestro marido, de nuestra mujer.

Sabes, cuando nos trabajamos el amor lo mas importante es que es un acto de la voluntad, el sentimiento siempre vuelve y más potente si cabe.

A sonreír, a disfrutar a bailar, pide hora al dentista.

Pep, para acabar una preguntas de respuesta rápida y espontánea.
Una palabra que defina el matrimonio.

Compromiso alegre. Son dos.

Lo que nunca debe faltar en una pareja.

La admiración.

Una crisis bien vivida puede ser…

Sin ninguna duda, una oportunidad de mejora y crecimiento.

Tu plan perfecto con tu esposa es…

Chill. Casa en la montaña, chimenea, botella de vino, manta de cuadros…

Una frase que te repites cuando el amor cuesta.

En la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi Vida. ( Y la V de vida en mayúscula…) Quiero tanto a mi mujer que esta vida se me hace corta.

El mejor consejo que te han dado sobre el amor.

Si no estas dispuesto a sufrir, no estas preparado para amar.

Baila y que todo el mundo lo vea.

Muchísimas gracias Pep por este magnífico rato con Forum Libertas.

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