Ante la gravedad del sostenimiento del sistema de pensiones actual, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, y el presidente de la AIReF, José Luis Escrivá, piden reformas profundas para tratar la problemática actual.
Según Arce, «previsiblemente» se tendrán que ajustar las cuentas para la viabilidad social y financiera del sistema público de pensiones. Con el punto de mira en la crisis demográfica, el director ha apuntado que el sistema de pensiones se enfrenta a corto y largo plazo por su situación deficitaria y la «presión al alza» sobre el gasto en pensiones que ejercerá en las próximas décadas el aumento de la tasa de dependencia, la mayor esperanza de vida y la jubilación de los “baby boomers”.
En su opinión, las reformas sobre el sistema llevadas a cabo en 2011 y 2013 supusieron un «avance sustancial» para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema. No obstante, al haberse suspendido la aplicación de los principales elementos de la reforma de 2013 (el factor de sostenibilidad y el Índice de Revalorización de las Pensiones), Arce ve cuestionada la viabilidad financiera del sistema a medio y largo plazo y cree necesario lograr acuerdos «amplios» para garantizar su viabilidad social.
El Banco de España defiende que la futura reforma del sistema de pensiones debe sostenerse sobre dos pilares: sostenibilidad financiera y social y contributividad, predictibilidad y transparencia. En este sentido, considera fundamental contar con mecanismos automáticos que garanticen el equilibrio financiero del sistema y que los beneficiarios reciban información clara y detallada sobre sus obligaciones y derechos dentro del sistema para poder hacer planes con suficiente anticipación.
Como alternativas para reforzar la sostenibilidad del sistema, Arce ha apostado de nuevo por valorar la posibilidad de introducir «ajustes» en la edad efectiva de jubilación, que cifra en el entorno de los 64 años. Recuerda además que varios países de la UE han ligado la edad de jubilación a la esperanza de vida, como Italia, Portugal, Dinamarca y Finlandia.
Además, advierte de que suprimir el tope máximo de cotización, aunque sería una medida con un potencial recaudatorio elevado, podría afectar negativamente al empleo y generaría un aumento del gasto en pensiones a futuro salvo que se mantenga el límite impuesto por la pensión máxima, «en cuyo caso el carácter contributivo del sistema se vería minorado».
Para Escrivá la sostenibilidad de las pensiones es “manejable” puesto que sus estimaciones demográficas son ligeramente más positivas que las estimaciones del Banco de España. Sin embargo, ante la propuesta de subir las pensiones un 0,25%, Escrivá lo ve “impracticable” y con “poco recorrido”. Por otro lado, el presidente de AIReF ha reclamado que el Estado se haga cargo de parte del déficit de la Seguridad Social (alcanzando esta los 18.000 millones de euros). “Hemos ido sobrecargando la Seguridad Social, por el lado de los ingresos y por parte de los gastos, con una responsabilidad que probablemente no debería recaer sobre ella”, ha asegurado José Luis Escrivá.
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Si a cada político le rebajan el salario a 650eur ,se pudiese mejorar las arcas del estado,basta ya de los trabajadores ser los que paguen la crisis