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El Papa Francisco denuncia que el mundo actual es más cruel con los excluidos

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“Los países en vías de desarrollo siguen agotando sus mejores recursos naturales y humanos en beneficio de unos pocos mercados privilegiados. Las guerras afectan sólo a algunas regiones del mundo; sin embargo, la fabricación de armas y su venta se lleva a cabo en otras regiones, que luego no quieren hacerse cargo de los refugiados que dichos conflictos generan”, así se ha manifestado el Papa Francisco en la Misa celebrada con motivo de la 105ª Jornada Mundial de Migrantes y Refugiados.

El obispo de Roma lamentó que quienes padecen las consecuencias de estos hechos “son siempre los pequeños, los pobres, los más vulnerables, a quienes se les impide sentarse a la mesa y se les deja sólo las ‘migajas’ del banquete’”. La homilía del Santo Padre comenzó así:

«En el Salmo Responsorial se nos recuerda que el Señor sostiene a los forasteros, así como a las viudas y a los huérfanos del pueblo. El salmista menciona de forma explícita aquellas categorías que son especialmente vulnerables, a menudo olvidadas y expuestas a abusos. Los forasteros, las viudas y los huérfanos son los que carecen de derechos, los excluidos, los marginados, por quienes el Señor muestra una particular solicitud. Por esta razón, Dios les pide a los israelitas que les presten una especial atención».

Francisco también apuntó que la “preocupación amorosa por los menos favorecidos”, se presenta como un rasgo distintivo del Dios de Israel. Un rasgo que también se le requiere, como deber moral, a todos los que quieran pertenecer a su pueblo. Es ese el motivo por el cual “debemos prestar especial atención a los forasteros, como también a las viudas, a los huérfanos y a todos los que son descartados en nuestros días”.

Papa Francisco
El Papa Francisco, durante la Misa, ha llamado a aceptar «el desafío del Evangelio» en la acogida

“No se trata sólo de migrantes. Y es verdad: no se trata sólo de forasteros, se trata de todos los habitantes de las periferias existenciales que, junto con los migrantes y los refugiados, son víctimas de la cultura del descarte. El Señor nos pide que pongamos en práctica la caridad hacia ellos; nos pide que restauremos su humanidad, a la vez que la nuestra, sin excluir a nadie, sin dejar a nadie afuera».

El Evangelio nos desafía en la acogida de los excluidos

En la conclusión de la Santa Misa en la Plaza de San Pedro con motivo de la 105ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, y antes de rezar la oración del Ángelus, el Papa Francisco también selló el compromiso que tenemos los cristianos de practicar la hospitalidad inaugurando esta obra del escultor Timothy Schmalz, inspirada en las palabras de la Carta a los Hebreos: «No se olviden de practicar la hospitalidad, ya que gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a los ángeles».

“Angels Unawares” es una escultura de bronce de tamaño natural que representa a un grupo de migrantes y refugiados de diferentes orígenes culturales y raciales y de diversos períodos históricos. Los miembros de la escultura están juntos, hombro con hombro, acurrucados en una balsa. Dentro de esta diversa multitud de personas, las alas de un ángel emergen del centro, sugiriendo la presencia de lo sagrado entre ellos.

«Esta escultura de bronce y arcilla representa a un grupo de migrantes de varias culturas y diferentes períodos históricos. Quería esta obra de arte aquí en la Plaza de San Pedro para que recordara a todos el desafío evangélico de la acogida», afirmó Francisco.

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