Durante el Ángelus, el Papa ha manifetsado su dolor por el pueblo de Venezuela, que sigue sufriendo por la crisis. El pedido del Papa al Señor es para que “inspire e ilumine a las partes involucradas, para que puedan lo antes posible llegar a un acuerdo que ponga fin al sufrimiento de la gente por el bien del País y de toda la región”.
Las palabras de Francisco han sido: «Una vez más, quisiera expresar mi cercanía al amado pueblo venezolano, particularmente extenuado por la prolongada crisis. Pidamos al Señor que inspire e ilumine a las partes en causa, para que puedan llegar lo antes posible a un acuerdo que ponga fin al sufrimiento de la gente por el bien del país y de toda la región».
La crisis en Venezuela no da tregua al pueblo que está afectado en una inmensidad de derechos y que alcanza también aquellos que tienen que ver con su dignidad.
La falta de alimentos, de medicinas, de servicios en general ha extenuado a los venezolanos, llevando ya a más de cuatro millones de personas a dejar el país buscando una vía de salida que pueda ayudar también a los que quedan en él.
Familias divididas, personas enfermas y hambre son sólo algunos de los dolores diarios que soportan los venezolanos. Porque la crisis no ha alcanzado sólo la parte económica y el bienestar de las personas, sino también sus derechos, violados por excesos de poder denunciados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas en su informe del 4 de julio, y al que los obispos se refirieron en su Exhortación Pastoral en la conclusión de su CXII Asamblea Plenaria.
Los obispos de Venezuela piden «un cambio de rumbo»
En ese documento los obispos del país pidieron: “Es urgente que se permita la entrada masiva y distribución de la ayuda de alimentos y medicinas, con participación y supervisión internacional y deslastrada de las diatribas partidistas y del flagelo de la corrupción”.
Los prelados insisten en que el país debe volver a la constitucionalidad con la «elección en el menor tiempo posible de un nuevo Presidente de la República»
“Ante la realidad de un gobierno ilegítimo y fallido, Venezuela clama a gritos un cambio de rumbo, una vuelta a la Constitución”: lo reiteran con fuerza los obispos venezolanos.
Los prelados ponen en evidencia una vez más que el cambio del rumbo del país “exige la salida de quien ejerce el poder de forma ilegítima y la elección en el menor tiempo posible de un nuevo Presidente de la República”.
El reciente informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos del 4 de julio de 2019, constataba que la situación tiende a agravarse cada día. En el informe se concluye, entre otras cosas, que “existen motivos razonables para creer que se han cometido graves violaciones de los derechos económicos y sociales, incluidos los derechos a la alimentación y la salud, en Venezuela”.