La vida del padre Luis María Mendizábal, estuvo marcada por un profundo amor al Corazón de Jesús y una entrega incondicional al servicio de la fe y la humanidad.
Este 2025 no solo será un Año Jubilar para la Iglesia, sino también un tiempo de especial recuerdo y agradecimiento por la figura del P. Mendizábal, al cumplirse 100 años desde su nacimiento.
Un año jubilar lleno de significados
El Año Jubilar de 2025 estará cargado de conmemoraciones históricas para la fe cristiana. Celebraremos 1700 años del Concilio de Nicea, el evento que cimentó los fundamentos doctrinales del cristianismo, y 350 años de las apariciones del Sagrado Corazón en Paray-le-Monial, que marcaron un hito en la devoción al amor misericordioso de Cristo.
En este contexto, el centenario del nacimiento del P. Luis María Mendizábal adquiere un significado especial como un recordatorio de cómo la gracia divina sigue suscitando santos y apóstoles en cada época.
El testigo del Corazón de Jesús
Luis María Mendizábal nació el 4 de junio de 1925 en Vergara (Guipúzcoa). Desde joven, su vida mostró una orientación clara hacia el servicio de Dios, lo que lo llevó a ingresar en la Compañía de Jesús. Ordenado sacerdote en 1958, dedicó su vida a difundir la espiritualidad del Corazón de Jesús, una devoción que veía como el centro del cristianismo y la fuente de toda renovación personal y social.
El P. Mendizábal fue un prolífico escritor, conferenciante y guía espiritual. Sus reflexiones, recogidas en numerosos libros y cuadernos, continúan siendo una fuente de inspiración para quienes buscan profundizar en su fe y en su relación con Cristo.
Su mensaje central siempre se ancló al amor transformador del Corazón de Jesús.
Una vida entregada al apostolado
Durante su ministerio, el P. Mendizábal se destacó como un predicador fervoroso y un confesor misericordioso. Sus retiros espirituales atraían a personas de todas las edades y vocaciones, desde laicos hasta religiosos, quienes encontraban en él una guía segura hacia una relación más íntima con Dios.
Su capacidad para transmitir la profundidad del misterio cristiano con sencillez y claridad lo convirtió en un referente espiritual para muchos.
El legado del P. Mendizábal no se limita a sus escritos o conferencias. Fue un hombre profundamente humano, cercano y comprensivo, que vivió con autenticidad los valores evangélicos.
Su vida es un ejemplo vivo de lo que significa ser testigo del amor de Dios en el mundo, una misión que él consideraba no solo un privilegio, sino una responsabilidad para todo cristiano.
Conmemoraciones en su honor
Con motivo de este centenario, se han organizado diversas actividades para recordar y celebrar su vida y obra.
A lo largo de 2025, se llevarán a cabo eventos especiales, incluyendo misas conmemorativas, encuentros de reflexión y la publicación de cuadernos mensuales con textos seleccionados de sus escritos.
Estos materiales ofrecerán una oportunidad única para sumergirse en el pensamiento del P. Mendizábal y redescubrir la actualidad de su mensaje.
El día 4 de cada mes, los fieles podrán acceder a estas publicaciones, que incluirán reflexiones sencillas y accesibles, dirigidas tanto a quienes ya conocen su obra como a aquellos que se acercan por primera vez a su espiritualidad. Este esfuerzo busca mantener vivo su legado y permitir que más personas se beneficien de la riqueza espiritual que dejó.
El ejemplo del padre Mendizábal nos invita a vivir nuestra fe con profundidad, a ser testigos del amor de Cristo en nuestro entorno.
Este 2025, al celebrar su centenario, tenemos la oportunidad de redescubrir su mensaje y de renovar nuestro compromiso con la misión que él vivió con tanta pasión: ser testigos del amor infinito de Dios.