El episodio no tendría mayor importancia si no fuera porque un año y medio después el programa es objeto de polémica por el contenido que emite, ligado a los postulados de la ideología de género y al adoctrinamiento de los jóvenes en ese sentido.
El Ayuntamiento de Ada Colau ha apoyado desde su llegada al consistorio programas como este, presentado por Noemí Elvira, que se presenta como psicóloga especializada en derechos y salud sexual. La realidad es que está apoyando un espacio de ideologización de los más jóvenes que quiere desplegar una determinada y partidista visión de la sexualidad.
Los programas hablan del placer, prácticas sexuales y pone en duda la definición misma del concepto de sexualidad basándose en las ideologías de género. Además denuncia supuestas vulneraciones de derechos sexuales y reproducidos y ofrece un consultorio en el que los jóvenes pueden hacer preguntas que son resueltas siempre basando las respuestas en esta óptica ideológica.
Aquí un vídeo del programa Oh My Goig que a través de un supuesto cuestionario normaliza situaciones sexuales como el lesbianismo o las orgías, pero critica una chica que es virgen, «no sabía que fueras tan monja»:
Para llegar al perfil joven, el programa tiene un formato con contenidos en Instagram, Facebook, Twitter y Youtube.
El formato del programa es una especie de taller que cuenta con jóvenes de entre 16 y 18 años y en el que la presentadora supuestamente desmonta mitos sexuales que hasta ahora, según ella, estaban mal.
Oh My Goig debilita la relación entre hombres y mujeres
El programa sostiene conceptos como que los hombres y las mujeres ven la sexualidad de la misma manera, debilita la relación estable entre un hombre y una mujer argumentando que las relaciones han de ser libres, normaliza la homosexualidad como una opción sexual idéntica a la heterosexual, normaliza las relaciones sexuales anales, y explica los diferentes tipos de preservativos para prevenir enfermedades de transmisión sexual, entre otras cuestiones.
Sin embargo, en el programa no se hace referencia a la abstinencia como medio de seguridad sexual y opción para vivir la sexualidad propia, pero sí se apoya al aborto y se habla de él como un proceso sencillo y para nada traumático: no se habla de las secuelas psicológicas que provoca y el elevado índice de suicidios entre las jóvenes que han abortado a su hijo.
Sobre la transexualidad se sostiene que no te debes preocupar si eso sucede porque tu cuerpo cambia, pero tú continúas siendo tú, en referencia a que si te sientes mujer, aunque seas un hombre, eres una mujer. Es decir, que la condición sexual no la decide tu condición biológica sino tu decisión personal.
El programa despliega una visión feminista radical que se basa en los postulados de género y que se aleja de una vocación -la que debería ser en una televisión pública sostenida por todos los barceloneses- de formar e informar a los adolescentes con un mínimo de rigor mediático y formativo.