Cuando era pequeño esta fecha del día 2 de febrero era la “homologada” para el desmontaje del belén instalado en el comedor. Actualmente lo mantengo hasta la fecha litúrgica dominical del Bautismo del Señor en el mes de enero. Este año 2020 lo desmonto hoy viernes día 31. Tengo el fin de semana ocupado con otros quehaceres. El día 2 es domingo. Este año 2020 el Miércoles de Ceniza es el día 26 de febrero. Este año 2020 hay un tiempo previo en días para prepararse para el tiempo de Cuaresma. Hay años litúrgicos que no es así y todo está más empalmado.
Pascua de Resurrección toca el domingo 12 de abril. Pascua de Pentecostés toca el domingo 31 de mayo. Corpus Christi el domingo 14 de junio. Cae tarde pero no empalmado con la verbena de San Juan como el año pasado 2019. Esto de los calendarios litúrgicos variables nunca lo he entendido. Siempre he pensado que estas festividades y solemnidades si son de día fijo, tomando como referencia el 25 de diciembre, no te alteran por dentro. Los 40 días cuaresmales entre el primer domingo de Cuaresma y el Viernes Santo siempre son 40. Es un período que fluctúa. Es un período que no es fijo. Es oscilante.
El problema del calendario surge si son fiestas cambiantes. A diferencia del santoral que siempre son fechas fijas. A mí me toca el día 4 de octubre de cada año. Las fechas de los aniversarios de nacimiento son fijas, así como las de los aniversarios de boda. Si estas fechas fuesen fluctuantes no felicitaríamos a nadie por su santo, cumpleaños y aniversario de boda. A mi modo de ver hay una excepción. Los cumpleaños de los nacimientos acaecidos el día 29 de febrero de los años bisiestos. Este año 2020 lo es. Toca celebrarlos el día 1 de marzo en los años no bisiestos.
Y añado sin rectificar en lo antecedente: primero he desmontado el belén, he guardado las cosas del mismo y he limpiado el mueble y el salón. Por consiguiente publico ahora. La pesebrista titular en casa es mi esposa. Yo soy su principal “pinche”. En su juventud ganó premios de belenes domésticos otorgados por la Asociación de Pesebristas de Barcelona. Aprovecho para decirles que la exposición de belenes que tiene lugar anualmente en la Parroquia de Belén en las Ramblas de Barcelona vale mucho la pena verla sin ningún tipo de prisa y pagando la módica entrada.
