Hasta 12 sacerdotes han sido detenidos en la Diócesis de Matagalpa, en una operación llevada a cabo por la policía nicaragüense el pasado fin de semana, según informa Tico Times.
Los arrestos
El contexto de estos arrestos se remonta a la resistencia encabezada por el obispo Rolando Álvarez, quien, antes de ser exiliado a Roma, sirvió en esta diócesis y se convirtió en una figura emblemática de oposición al gobierno.
La detención de estos sacerdotes no es un hecho aislado; es parte de una serie de medidas represivas que Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, han implementado contra la Iglesia Católica desde las protestas de 2018.
Estas protestas, que se originaron como una respuesta a las reformas de seguridad social, desencadenaron una respuesta brutal por parte del gobierno, que ha calificado a la Iglesia y a varias organizaciones civiles como «terroristas» y provocadoras de «disturbios civiles».
Sacerdotes en paradero desconocido
El Colectivo Nicaragua Nunca Más, en un comunicado, denunció que las parroquias han sido asediadas y que los sacerdotes detenidos están en estado de desaparición forzada.
Estas desapariciones han generado un clima de temor y desconcierto, exacerbado por la falta de información sobre el paradero de los clérigos. Según el Havana Times, hay sospechas de que los sacerdotes han sido llevados al Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima en Matagalpa, un lugar que ha sido utilizado previamente para el confinamiento forzado de religiosos.
Situación límite
Un sacerdote nicaragüense exiliado, en declaraciones a OSV News, expresó la gravedad de la situación: «La Diócesis de Matagalpa prácticamente ya no tiene clérigos. Nos han expulsado, presionado y obligado a huir.
Las parroquias están solas». Además, subrayó que la Iglesia en Nicaragua enfrenta ataques constantes, no sólo con la desaparición forzada de sus miembros, sino también mediante la congelación de sus cuentas bancarias. Esta doble presión tiene como objetivo desmantelar la estructura de la Iglesia diocesana, donde aún se reconoce a Monseñor Rolando Álvarez como obispo.
Represión informativa: Radio María
La represión no se ha limitado a los arrestos. A principios de julio, el gobierno revocó el estatus legal de Radio María, una querida estación de radio católica, en un esfuerzo por silenciar una de las pocas voces críticas que quedan en el país. Esta medida forma parte de una ofensiva más amplia contra cualquier entidad que el régimen perciba como una amenaza a su control absoluto.
La situación en Nicaragua es un claro ejemplo de cómo los regímenes autoritarios pueden utilizar el poder del Estado para perseguir y silenciar a sus opositores.
La desaparición y arresto de sacerdotes en Nicaragua es una alarmante escalada en la campaña del régimen de Ortega contra la Iglesia Católica. Con cada detención y acto de represión, se hiere aún más la libertad religiosa y se profundiza la crisis de derechos humanos en el país.
