La agencia vaticana Fides ha hecho público su informe anual sobre los misioneros asesinados en el mundo realizando su labor evangelizadora y social.
Según Fides, en su documento Misioneros asesinados en el año 2019 a lo largo del año 2019, que hemos dejado, murieron un total de 29 misioneros asesinados. De esos 29, 18 fueron sacerdotes, un diácono permanente, 2 religiosos no sacerdotes, 2 monjas y 6 laicos.
Después de ocho años en los que el continente que había visto más misioneros asesinados había sido América, este 2019 ese trágico dato se ha trasladado a África donde fueron asesinados 12 sacerdotes, un religioso, una religiosa y una laica sumando un total de 15 muertes de estas características.
Por otro lado, América sumó un total de 12 misioneros asesinados: 6 sacerdotes, un diácono permanente, un religioso y 4 laicos. Por su parte, Asia ha protagonizado la muerte de mujer laica fue asesinada y en Europa, una religiosa fue asesinada.
Misioneros asesinados en 20 países
El informe apunta que existe una especie de “globalización de la violencia” ya que, según el documento «mientras que en el pasado los misioneros asesinados se concentraron principalmente en un país concreto o zona geográfica, en 2019 el fenómeno parece más generalizado y extendido».
En cuanto al número de países, los asesinatos se encuentran en un total de 20 países: 10 países de África, en 8 de América, en uno de Asia y en uno de Europa.
Fides explica que usan el término “misionero” para todos los bautizados, conscientes de que “en virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se convierte en discípulo misionero. Cada persona bautizada, sea cual sea su función en la Iglesia o conocimiento de la fe, es un sujeto activo de evangelización” (EG 120).
Además, desde hace algún tiempo, la lista anual de Fides no solo se refiere a los misioneros ad gentes en sentido estricto, sino que trata de reflejar todos los casos en los que bautizados comprometidos con la vida de la Iglesia murieron de manera violenta, no expresamente “por odio a la fe”. Por esa razón, no usan el término “mártires” con el fin de no entrar en el juicio que la Iglesia pueda hacer sobre algunos de ellos proponiéndolos para la beatificación o canonización.
