Miguel Delibes ha acompañado a generaciones de estudiantes que se han acercado a la novela de la mano de sus obras, yo entre ellos. Con sus narraciones, también de manera muy especial con sus memorables artículos en la prensa, su prosa delicada y precisa y sus viajes por tierras de Castilla, Delibes ha dado a conocer España a los españoles.
Su amor por la naturaleza fue tan sincero como su profundo respeto por el ser humano, tal y como denotan los personajes de sus obras.
Perfectamente enraizado en su tierra, Delibes jamás dejó de mirar al cielo.
Era un hombre creyente que, como en alguna entrevista confesó, echaba de menos su Fe de niño. Delibes fue un hombre recio, íntegro y coherente, un castellano viejo. Su vida y su obra lo atestiguan.
Nada como regresar a sus libros para hacer memoria de uno de los grandes españoles del último siglo de nuestra historia.