El Papa Francisco, después de rezar el Ángelus de este domingo, 25 de abril, a la Madre de Dios, en el IV Domingo de Pascua, Fiesta de «Jesús Buen Pastor» el Papa dirigió sus habituales saludos a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro y destacó su dolor por las víctimas del Mediterráneo.
El Papa afirmó: “130 migrantes han muerto en el mar. Son personas. Son vidas humanas, que durante dos días enteros han suplicado en vano ayuda. Una ayuda que no llegó. Hermanos y hermanas, cuestionémonos todos sobre esta enésima tragedia. Es el momento de la vergüenza. Recemos por estos hermanos y hermanas, y por tantos que siguen muriendo en estos dramáticos viajes. También rezamos por aquellos que pueden ayudar pero prefieren mirar hacia otro lado. Rezamos en silencio por ellos”.
El Pontífice expresó así su enorme tristeza por la tragedia que ha vuelto a tener lugar en los últimos días en el Mediterráneo. Además, antes de despedirse, Francisco señaló que hoy, en toda la Iglesia, se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones con el tema San José y el sueño de la vocación.
«Y ahora os saludo a todos de corazón, romanos y peregrinos, en particular saludo a los familiares y amigos de los nuevos sacerdotes, así como a la comunidad del Pontificio Colegio Germánico Húngaro, que esta mañana ha realizado la tradicional peregrinación de las Siete Iglesias», concluyó el Francisco.
Francisco también dedicó un as palabras especiales a los Mártires de Quiché, Guatemala, que fueron beatificados el pasado viernes 23 de abril y expresó sus condolencias a la población de las islas de San Vicente y las Granadinas, donde una erupción volcánica está causando daños e inconvenientes. «Les aseguro mis oraciones. Bendigo a todos los que están prestando ayuda y asistencia», afirmó.