El caso de Haim es un hito crucial en la lucha contra las aberrantes prácticas médicas dañinas para los menores.
Acusaciones
En junio de 2023, el día en que Haim se suponía que se graduaría de su residencia médica, fue acusado de cuatro delitos graves por violaciones de la Ley de Responsabilidad y Portabilidad del Seguro Médico (HIPAA).
Este procesamiento se produjo después de que el Dr. Eithan Haim, ahora cirujano general en el área de Dallas, filtrase de forma anónima documentos al periodista Christopher Rufo, los cuales demostraban que el hospital infantil mintió cuando prometió disolver su programa transgénero.
A pesar de las declaraciones públicas del director ejecutivo del hospital, Mark Wallace, el programa de medicina transgénero seguía adelante.
Rufo y Haim se aseguraron haber redactado cuidadosamente cualquier información de identificación personal en los documentos relacionados con el asunto. Aún así se les acusó de que habían violado la privacidad del paciente. «Nada en la información que me fue proporcionada identificó a ningún individuo», afirmó Rufo, subrayando que todos los documentos fueron tratados con el máximo cuidado para proteger la privacidad de los pacientes.
La historia que Rufo publicó el 16 de mayo de 2023 detalla cómo el Texas Children’s Hospital, el hospital infantil más grande de Estados Unidos, continuó realizando en secreto intervenciones médicas transgénero, incluyendo el uso de bloqueadores de la pubertad implantables en niños menores de edad, a pesar de sus declaraciones públicas contrarias.
Haim, entonces estudiante de posgrado en el hospital, decidió dar un paso al frente y revelar esta incongruencia, exponiéndose a sí mismo a grandes riesgos personales y profesionales.
Respuesta intimidatoria
La respuesta del Departamento de Justicia y del Departamento de Salud y Servicios Humanos ha sido intimidatoria. Según Rufo, estas agencias han amenazado a Haim desde la publicación de la noticia, afirmando haberlo identificado como un posible «infiltrado» mediante un examen de los sistemas informáticos del hospital. Esta persecución culminó con la visita de agentes federales en el propio domicilio de Haim, para acusarlo por cuatro delitos graves de violación de HIPAA.
La acusación contra Haim parece más un intento de intimidación política que una búsqueda de justicia. Haim ha mantenido su inocencia, afirmando que no se violó ninguna ley ya que no se reveló ninguna información de salud de identificación personal del paciente. Este caso, según él, está siendo impulsado por una división ideológica dentro del Departamento de Salud y Servicios Humanos con el objetivo de silenciar a los denunciantes que exponen la corrupción médica institucionalizada y los peligros de las intervenciones basadas en hormonas para adolescentes confundidos.
Valentía que inspira
La valentía de Haim en exponer la verdad ha inspirado a otros profesionales médicos a considerar alzar sus voces contra lo que es una barbarie médica. Rufo subraya la importancia de la voz de Haim, afirmando que si Haim prevalece, otros médicos seguirán su ejemplo y hablarán, lo cual es crucial para cerrar el negocio del cambio de sexo infantil en Estados Unidos.
En su lucha, Haim ha creado un fondo de defensa legal para enfrentar los cargos en su contra. Este caso no solo es una batalla legal, sino una lucha por la ética y la moral en la medicina infantil.
Si bien Haim ha llevado su causa al Congreso y continúa actualizando a sus seguidores en sus redes sociales sobre su situación, la comunidad médica y el público en general deben reconocer el valor de aquellos que se atreven a denunciar las injusticias, especialmente cuando estas afectan a los más vulnerables.
El caso del Dr. Eithan Haim es un recordatorio poderoso de que la integridad y la verdad son fundamentales en la práctica médica. La batalla de Haim no es solo por su libertad, sino por la protección de los derechos y el bienestar de los menores en un sistema que, en vez de proteger y cuidar, trata de aniquilar la esencia del ser humano.
El Dr. Eithan Haim, excirujano del Texas Children’s Hospital y actual denunciante, explica cómo se presiona a los padres de niños con disforia de género para que acepten la transición médica.
