Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Banco de España (BdE) las familias españolas pagaron en el año 2018 un total de 15.410 millones de euros en intereses. Teniendo en cuenta que en el 2008 la suma total de los intereses fueron casi 55 millones, la caída del coste del endeudamiento se a desplomado. Los motivos se deben a dos factores. El primer de todos es, con la llegada de la crisis, la gran amortización de las hipotecas que realizaron las familias españolas por temor a no poder pagarlas en el futuro. Pero, por otro lado, se encuentra la caída los tipos de interés.
En unos 10 años han reducido su endeudamiento un 22%. Pero su factura de intereses ha caído mucho más: un 72%. El tipo que soportan se ha desplomado del 5,95% al 2,16%. Nunca habían pagado tan poco. Al estar las hipotecas a tipos variables, la política del BCE se ha trasladado muy rápido. En un contexto de mejores perspectivas económicas, explica que los hogares hayan dejado de ahorrar para adelantar el pago de la hipoteca. Máxime cuando además muchos siguen aprovechándose de la desgravación en el IRPF.
En el caso de las encuestas el recorte de los pasivos ha llegado a un decrecimiento del 21%. En 2008, las empresas españolas hacían frente a una factura de 77.690 millones en intereses. En cambio, en 2018 solo desembolsaron 21.067 millones. En muchos casos simplemente porque quebraban. Pero el pago de intereses les ha caído el triple: un 73%. Además, las grandes compañías han podido abandonar el crédito bancario para financiarse directamente en el mercado, beneficiándose de las compras de deuda del BCE. En parte porque el eurobanco compraba títulos corporativos. Pero sobre todo porque con sus adquisiciones ha desplazado a un buen número de inversores hacia los bonos de empresas.
Un sector público endeudado
La inflación del pasivo del sector público aún perdura con gran fuerza en la actualidad. El desplome de los ingresos, mantener los costes al alza de pensiones y prestaciones de paro, afrontar el rescate bancario y abonar la subida de intereses. La deuda se disparó un 166%. Pero gracias a la política del BCE la carga de intereses solo subió un 74%. Y el tipo de interés se recortó del 4,03% de 2008 al 2,64% de 2018.
Solo por su principal programa de compras de deuda pública el BCE mantiene 260.820 millones que, de momento, seguirá reinvirtiendo conforme venzan. Draghi acaba mandato en octubre. A la luz de estos datos, no parece una cuestión baladí quién le sustituya.
Aún con el presente escenario, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, celebra la buena marcha de la economía española, subrayando que la desaceleración de España ha sido «más limitada» que la registrada en el conjunto de la zona euro, destacando que previsiblemente el PIB crecerá algo más de un 2% este año en comparación con el 1% anticipado para la eurozona.
«La economía española lo está haciendo bien«, señaló el exministro español de Economía y actual número dos del BCE durante su intervención en una acto moderado por Reuters Breakingviews en Nueva York, donde destacó que «la desaceleración de la economía española ha sido más limitada que la del resto de Europa», añadiendo que, a pesar de registrarse una tasa de paro muy elevada, la creación de empleo está siendo bastante rápida.