Hoy en día, lo primero que muchos hacen es acudir a las redes sociales en busca de respuestas. Estas plataformas son las más accesibles, siempre al alcance del smartphone, y en ese universo virtual encuentran mensajes que les animan, sin advertirles de las posibles consecuencias, a «cambiar de sexo» como si fuera una solución rápida y sencilla.
Este fenómeno se convierte en un contagio social, alimentado por una narrativa que minimiza las complejidades del proceso de transición.
TikTok es especialmente relevante en este contexto. La popularidad de perfiles como TikDocTony, gestionado por el doctor Tony Mangubat, del La Belle Vie Cosmetic Surgery Center en Seattle, ilustra cómo los contenidos sobre transición de género se han multiplicado en las redes sociales.
Este perfil, con casi 280.000 seguidores, apunta especialmente a los jóvenes, ofreciendo respuestas simplistas sobre la transición de género, sin profundizar en los riesgos o implicaciones de las intervenciones quirúrgicas.
Preguntas como «¿cuál es la edad ideal para someterse a una cirugía de reasignación de género?» reciben respuestas vagas como «cuando sea el momento adecuado para ti», un mensaje que reduce a una frase sencilla una decisión de enorme complejidad y trascendencia.
La historia de Ash Eskridge, un joven de Montana que ahora se identifica como «detransitioner» (una persona que se arrepiente de la transición), es un ejemplo de cómo la influencia de TikTok puede cambiar el curso de una vida.
En una entrevista con el New York Post, Eskridge contó que fue precisamente la influencia de los videos en TikTok lo que le llevó a creer que la transición de género podría salvarle la vida, tal como parecía haber ocurrido con otros influencers.
Sin embargo, con el tiempo, Ash se dio cuenta de que la promesa de felicidad que ofrecían esos videos no se ajustaba a su propia realidad.
Los padres y la brecha con las redes sociales
En plataformas como TikTok, YouTube, Instagram y Facebook, abundan los contenidos que promueven la transición de género.
Los testimonios y las historias compartidas a veces buscan derribar estereotipos y mitos, pero también pueden caer en la difusión de información falsa, presentando la transición como algo sin complicaciones.
«Lo vi en redes sociales» se ha convertido en el nuevo «lo vi en la televisión», una fuente de veracidad incuestionable para muchos adolescentes.
Esto es preocupante cuando las informaciones minimizan los riesgos y presentan la transición como un camino libre de obstáculos.
Para los padres, el mundo de los social media es un terreno del que a menudo están excluidos. Los adolescentes suelen explorar en secreto temas tan complejos como la identidad de género, eligiendo las redes como un espacio íntimo donde resolver sus dudas.
De hecho, es común que los jóvenes hagan «coming out» primero en redes antes que hablar de su identidad con su familia o en la escuela.
En este contexto, la desconexión entre padres e hijos puede ser peligrosa, ya que muchos jóvenes toman decisiones importantes sobre su identidad corporal sin el apoyo o la guía de sus familiares, recurriendo a productos o servicios que prometen respuestas rápidas sin exigir el consentimiento de los padres.
Medios tradicionales y la ideología de género
Y no es solo TikTok quien influye. Los medios tradicionales también desempeñan un papel clave en la promoción de la ideología de género.
Series de televisión, dibujos animados e incluso el cine infantil abrazan esta ideología a través de personajes y narrativas que representan identidades diversas.
La popular franquicia Disney, por ejemplo, ha incorporado personajes del lobby gay en sus historias, como en la serie «The Acolyte» de Star Wars.
Según Karey Burke, presidenta de Disney’s General Entertainment Content, la empresa aspira a que al menos el 50% de sus personajes pertenezcan a «grupos minoritarios», siendo la comunidad del lobby gay una de sus prioridades.
Estas iniciativas no se limitan a Disney. Productoras como Pixar también buscan voces que representen personajes trans, promoviendo una mayor diversidad en sus contenidos.
Y más allá de las series y películas, la moda ha contribuido a consolidar la tendencia de la identidad fluida.
Las modelos andróginas se han convertido en íconos de la moda actual, celebradas por desafiar estereotipos y presentar alternativas ambiguas que fomentan una identidad que no se puede encasillar en términos binarios.
Todo esto contribuye a crear un entorno cultural y mediático que apoya la identidad fluida y, con ello, la transición de género.
Para los jóvenes, especialmente vulnerables debido a la etapa de exploración y confusión de la adolescencia, este entorno se convierte en una poderosa herramienta de propaganda que los lleva a cuestionarse aspectos de sí mismos que, tal vez, en otras circunstancias, habrían abordado de una manera diferente.
La cuestión no es si hay un aumento en el número de jóvenes que se sienten confundidos sobre su identidad de género, sino cómo se está promoviendo y cuál es la responsabilidad de los medios y las plataformas digitales en este fenómeno.
Debemos exigir responsabilidad, exigir una mirada crítica, porque lo que está en juego no es menos que el alma y el futuro de aquellos que definirán el mundo que viene.
