La ‘educación sexual integral’ (E.S.I.) fue una de las palabras de moda en Argentina, tras el rechazo a la ley del aborto. Hoy en día se dan talleres sobre diversidad de género en las escuelas primarias y los libros utilizados tratan a la heterosexualidad como una enfermedad a combatir.
Estos talleres y actividades para educación en géneros, bajo el título de Infancias Libres, no hacen otra cosa que atacar la heterosexualidad como una enfermedad en sus diferentes capítulos. Primero se puede uno encontrar con versiones alternativas del ‘Arroz con Leche’. que bajo letra anónima atacan a la presencia del ‘machismo’ en las letras de las canciones como también ‘La Farolera’ u otros juegos clásicos de la infancia.
Sorprende, sobre todo en un libro para talleres a estudiantes de primaria, un cuestionario a la comunidad heterosexual muy tendencioso y con preguntas que dejan en claro como se pretende enseñar a los niños que la heterosexualidad es una enfermedad. Durante las 14 preguntas del mismo se preguntan si ser heterosexual tiene cura, si lo sabe su familia, que opinión tienen de la adopción y si la heterosexualidad es una etapa en su vida.(FUENTE: Varones Unidos)
Resulta realmente indignante que los grupos LGBTIQ que lograron que las sociedades de psiquiatría del mundo, en especial la de Estados Unidos, por su gran prestigio, y por presión de ellos, sacaran a la homosexualidad de la lista de enfermedades, ahora tengan el desparpajo de, por medio de la falsedad, afirmar muy sueltos de cuerpo que lo que constituye una enfermedad es la heterosexualidad!!!
Como puede ser una enfermedad lo natural. ¿El amor humano abierto a la vida?
Uno se pregunta. Estas personas no nacieron de una pareja compuesta por mujer y varón? Madre y padre? Así que esos padres son enfermos? Serán tan enfermos porque parieron a los LGBTIQ, que sin dudas que lo son? A la vista está!!!
Como vemos la dictadura de género de raíz marxista utiliza los métodos de esa ideología, para la cual la mentira es un instrumento válido y si no recuerden lo que decían Lenin y Stalin.
Urge legislar como ya lo han hecho algunos pocos países, para desterrar a esta nefasta ideología totalitaria y falsa de la educación de niños y adolescentes, por ser violatoria de la laicidad estatal, como ya lo hemos sostenido desde siempre.
Allí afirmamos y ahora reiteramos con más fuerza:
“Debe respetar (la enseñanza) la laicidad consustancial al Estado, absteniéndose de imponer un credo, una filosofía o una ideología como oficial. De manera tal que, así como si en las aulas se impusiera una religión o un credo filosófico como oficiales se estaría violando la laicidad, también ello acontecerá si desde la Enseñanza se les pretendiera instruir a los niños, niñas y adolescentes que los sexos no existen, que las diferencias físicas y psíquicas entre varones y mujeres no existen, que todo es un tema cultural y que por ello lo verdadero es el género. Con las consecuencias conocidas que se derivan de ello como difundir las supuestas bondades de la homosexualidad, la bisexualidad, la transexualidad, y un largo etcétera.”
En manos de los gobernantes está defender la verdad, la verdadera educación, los valores y la familia.
