El caso de Enoch Burke, un maestro cristiano en Irlanda, ha captado la atención pública y generado un intenso debate en la sociedad irlandesa.
Burke fue liberado de la prisión de Mountjoy el 28 de junio de 2024, después de haber pasado más de 400 días encarcelado por su negativa a dirigirse a un alumno transgénero con pronombres que no corresponden a su sexo biológico.
La liberación de Burke fue ordenada por el Sr. Juez Mark Sanfey del Tribunal Superior de Dublín, coincidiendo con el receso escolar de verano en Irlanda. No obstante, su libertad está condicionada a no regresar a la escuela donde enseñaba.
Antecedentes del caso
El conflicto comenzó en mayo de 2022, cuando Burke, profesor de historia y alemán, se negó a cumplir con la orden de su director de usar un nombre y pronombres femeninos para un alumno masculino en proceso de transición de género.
El 5 de septiembre de 2022, Burke fue arrestado. Fue condenado a prisión por un período indefinido, hasta que pagara su acción o el tribunal decidiera lo contrario.
Después de 108 días en prisión, fue liberado temporalmente, ya que el juez argumentó que Burke estaba utilizando su encarcelamiento para sus propios fines.
Desarrollos recientes
En enero de 2023, la escuela emitió un aviso de despido contra Burke. Sin embargo, el maestro continuó presentándose en la escuela, acumulando una multa diaria de €700 por cada día que lo hacía.
Esto llevó a su reencarcelamiento en septiembre de 2023. La reciente liberación de Burke no se debe a una exoneración judicial, sino a las vacaciones de verano, con la amenaza real de volver a prisión si regresa a la escuela.
Burke ha sostenido consistentemente que su encarcelamiento y despido son injustos, afirmando en enero de 2023 que el juez «quiere multarme por mis creencias religiosas».
También ha negado estar en desacato al tribunal. Aunque técnicamente su arresto y encarcelamiento se deben a su negativa a cumplir con la orden judicial de no presentarse en la escuela, el caso ha sido interpretado por muchos como un conflicto sobre la ideología de género.
Contexto del colegio
El colegio Wilson’s Hospital School, donde Burke enseñaba, es una escuela mixta de tradición anglicana fundada en 1761 para acoger a jóvenes de escasos recursos y militares retirados. Con alrededor de 400 alumnos, la mayoría internos.
La ideología woke y la doctrina queer
La ideología woke y la doctrina queer se han convertido en signos distintivos de nuestros tiempos. En diversas partes del mundo, incluyendo Irlanda, este enfoque ha llevado a cambios significativos en las políticas y prácticas institucionales. En Irlanda, esta tendencia ha ido más lejos, y el caso de Burke es un ejemplo claro de las tensiones emergentes.
Burke fue encarcelado por su negativa a usar el pronombre neutro «elle» (en inglés «they») para un alumno en proceso de transición de género, una situación cada vez más común también en las escuelas españolas. La Real Academia Española incluyó «elle» en su Observatorio de Palabras, pero debido a la controversia que generó, retiró la entrada. Actualmente, existen más de treinta géneros reconocidos.
Declaraciones de Burke
En su primera noche en prisión, el 5 de septiembre, Burke declaró: «La ideología de género está en contra de mi creencia cristiana. Contra las Escrituras, la ética de la Iglesia de Irlanda y de mi escuela. Soy maestro y no quiero ir a prisión. Quiero estar en mi aula, donde estaba esta mañana cuando me arrestaron.»
En el juicio, Burke calificó su situación de «locura» y expresó su «amor por la escuela». Utilizó el lema del colegio, Res Non Verba –acciones, no palabras– para lamentar que se le encarcelara «por no llamar niña a un niño» y criticó «la seriedad» de estos criterios para «suspender a alguien» aunque presente un currículum de enseñanza intachable».
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1 Comentario. Dejar nuevo
“un alumno masculino en proceso de transición de género.”
Una sociedad que protege los Derechos Humanos no puede permitir que un adolescente tenga que pasar por esa barbaridad inhumana por el hecho de que no se identifica con la realidad de su cuerpo. Este tipo de trastornos requieren un tratamiento psicológico, no esas transiciones fraudulentas que no conducen más que al deterioro físico y mental. Una persona no se merece algo así.
El profesor Burke le hace un favor al alumno adecuando el lenguaje a su auténtico sexo, porque así le ayuda en su proceso de identificación. Quien debería ir a la cárcel es el director de la escuela que obligó a Burke a cambiar el sexo del nombre y de los pronombres, un disparate que redunda en normalizar el delirio del alumno y le empuja a hundirse en el lodazal de la transición de género, sólo porque hay que satisfacer los postulados irracionales de una ideología demencial que se ha impuesto de forma totalitaria. Para esta gente servil la dignidad humana no cuenta para nada.
También hay niños que se identifican con animales, un trastorno que se conoce como “furry” y que va en aumento, habida cuenta de la ideología animalista que atribuye la categoría de personas a los animales. ¿Qué es lo que hay que hacer en estos casos? ¿Practicarles la transición de especie, o ayudarles a que se identifiquen como seres humanos?