El gobernador Mike DeWine firmó otra restricción sobre el acceso al aborto en Ohio el miércoles, la llamada ley ‘nacido vivo’, esta vez amenazando a dos clínicas del suroeste de Ohio y creando un cargo de delito grave para los médicos que no rellenan ciertos documentos.
El gobernador republicano tiene un historial de apoyo a la legislación que agrega barreras al negocio del aborto en Ohio. En abril de 2019, firmó el llamado «proyecto de ley del latido del corazón», que habría prohibido el aborto a las seis semanas de gestación. Esa ley está suspendida debido a una demanda federal.
«El gobernador DeWine y los legisladores republicanos de Ohio han sido valientes defensores de los más vulnerables entre nosotros, los no nacidos», dijo el presidente del Partido Republicano de Ohio, Bob Paduchik, en un comunicado.
La última propuesta, el Proyecto de Ley 157 del Senado, es llamado «Ley de Protección de Bebés Nacidos Vivos» por los partidarios. Los médicos tendrían que cuidar la salud y la vida de un bebé nacido vivo después de un aborto fallido. Los médicos también tendrían que completar un «formulario de supervivencia infantil» o enfrentar un delito grave de tercer grado.
No está claro con qué frecuencia ocurre este escenario porque Ohio ya prohíbe los abortos después de las 20 semanas de gestación y el bebé más prematuro que sobrevivió lo hizo después de las 21 semanas y un día. Los defensores del cambio dicen que podría salvar vidas.
«Ohio Right to Life aplaude al gobernador DeWine ya nuestra abrumadora legislatura provida por garantizar que todos los habitantes de Ohio reciban un tratamiento que les salve la vida», dijo el presidente Mike Gonidakis en un comunicado. «Ningún bebé, independientemente de las circunstancias que rodeen su nacimiento, debe dejarse morir solo».
A quienes se oponen al proyecto de ley les preocupa que los nuevos requisitos obliguen a las familias de niños nacidos peligrosamente prematuros a ver a los médicos intentar salvar a los bebés, algo que, curiosamente, sería lo deseable por un médico.
«El propósito del proyecto de ley es estigmatizar la atención médica esencial, criminalizar a los médicos y eliminar el acceso al aborto», dijo Lauren Blauvelt-Copelin, vicepresidenta de asuntos gubernamentales y defensa pública de Planned Parenthood Southwest Ohio Region, la multinacional del aborto que gana millones de dólares con esa actividad.
La ley ‘nacido vivo’ amenaza a 2 clínicas de aborto
Los cambios incluidos por el Senado de Ohio agregarían obstáculos para dos clínicas de aborto del suroeste de Ohio: Women’s Med en Dayton y Planned Parenthood del suroeste de Ohio en Mount Auburn.
Ambas clínicas operan bajo una variación, una excepción a la ley estatal que requiere que todas las clínicas de aborto se asocien con una universidad privada local en caso de una emergencia. En cambio, estas clínicas se asocian con varios médicos.
Pero un cambio en el Proyecto de Ley del Senado 157 prohibiría a esos médicos enseñar en hospitales y escuelas de medicina financiados por el estado. Ese es un problema para Women’s Med, cuyos médicos tienen vínculos con los médicos de Wright State y enseñan en la Facultad de Medicina Boonshoft de la Universidad Estatal de Wright.
También podría ser un problema para Planned Parenthood del suroeste de Ohio, pero los vínculos de sus médicos son menos claros.
«Eliminar la atención del aborto en el suroeste de Ohio causará estragos que afectarán de manera desproporcionada a nuestras comunidades», dijo Kersha Deibel, directora ejecutiva de Planned Parenthood Southwest Ohio Region. «El aborto todavía es legal en Ohio. Este no es el final y continuaremos luchando», afirma defendiendo el negocio que representa.
El futuro del acceso al aborto está en el aire mientras la Corte Suprema de Estados Unidos revisa una prohibición de Mississippi. Lo que el tribunal decida podría tener efectos de gran alcance en el procedimiento en todo el país. Los legisladores de Ohio están trabajando en una ley de activación que prohibiría todos los abortos en el estado si se revoca Roe vs. Wade.
