En los últimos años, la agenda del lobby gay se ha expandido por todo el mundo, incluyendo Asia. Países como Nepal, Taiwán y, más recientemente, Tailandia, han legalizado lo que llaman «matrimonio» homosexual, redefiniendo el significado de una institución sagrada establecida por Dios desde la creación.
Tailandia y la redefinición del matrimonio
El pasado junio, el Senado de Tailandia aprobó una ley que legaliza las uniones entre personas del mismo sexo, siendo el tercer país asiático en hacerlo después de Taiwán (2019) y Nepal (2023).
La primera ministra Paetongtarn Shinawatra celebró esta medida, declarando que «la bandera arcoíris ondea alto sobre Tailandia». Esta ley elimina términos específicos como «hombre», «mujer», «esposo» y «esposa» del código civil tailandés, reemplazándolos con palabras neutras como «individuo» y «cónyuge».
Además, la legislación permite a las parejas del mismo sexo adoptar hijos y administrar bienes en conjunto, colocándolos en igualdad legal con los matrimonios naturales.
La campaña que llevó a esta decisión fue liderada por activistas del lobby gay durante décadas y respaldada por políticos.
Su éxito se debe, en gran medida, a la normalización cultural de las relaciones homosexuales en Tailandia y a la influencia de Occidente, donde estas leyes han sido aprobadas en muchos países.
Este demuestra como las ideologías sectarias cruzan fronteras y buscan transformar sociedades enteras, incluso aquellas con profundas raíces religiosas y culturales.
Japón y la amenaza inminente
Japón, aunque históricamente más conservador, también enfrenta presión para legalizar el «matrimonio» homosexual. En marzo de 2023, dos tribunales japoneses declararon inconstitucional la prohibición de estas uniones.
Este fallo allana el camino para que Japón, una nación con profundas tradiciones culturales y morales, caiga en la redefinición del matrimonio. Los activistas del lobby gay están usando el ejemplo de Tailandia y otros países como una palanca para avanzar en su agenda en Japón y en otras naciones asiáticas.
Como hemos visto en Occidente, la redefinición del matrimonio no es el fin del del lobby gay, sino un paso más hacia un cambio completo en la estructura de la sociedad.
En Tailandia, por ejemplo, los activistas ya están trabajando para eliminar más términos de género en el código legal, facilitar el acceso a la maternidad subrogada para parejas del mismo sexo y permitir que las personas elijan su género en documentos oficiales.
En otras palabras, el objetivo es una sociedad donde los principios naturales y biológicos sean completamente eliminados y reemplazados por una ideología sectaria que se opone frontalmente a la ley natural y la enseñanza de la Iglesia.
La respuesta cristiana
En Corea del Sur, más de un millón de cristianos salieron a las calles en noviembre de 2022 para manifestarse contra la agenda del lobby gay, dejando claro que no quieren que la bandera arcoíris «ondee alto» en su país. Este tipo de resistencia pacífica y valiente es un ejemplo inspirador para los católicos en otras naciones.
Es nuestra responsabilidad rezar, educar a las nuevas generaciones en la verdad y trabajar activamente para proteger el matrimonio y la familia.
