En un movimiento orientado a la igualdad entre ciudadanos y el regreso al sentido común, el gobierno de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid ha propuesto una serie de reformas legislativas que buscan equilibrar la legislación existente en materia legal sobre la ley de privilegios trans y LGTBI.
Este enfoque, que resalta el buen criterio del ejecutivo madrileño, ha sido especialmente evidente en la convocatoria de un pleno extraordinario para el 22 de diciembre, donde se prevé la modificación de importantes leyes.
A pesar de las críticas de la oposición, que acusa al PP de «retorcer» los tiempos legislativos, la Administración de Ayuso ha subrayado la importancia de estas reformas para el bienestar social y educativo de la región. En particular, se destaca el cambio propuesto en el artículo 31 de la LEY 3/2016, que busca eliminar el requisito de que asociaciones y organizaciones LGTBI impartan charlas educativas en los colegios, favoreciendo en su lugar la intervención de especialistas y profesionales en la materia.
Este último enfoque promueve una educación neutral y profesional, libre de sesgos ideológicos y centrada en valores de convivencia, respeto e igualdad. Y modifica la ley de privilegios trans y LGTBI.
Con el firme propósito de adaptar la legislación a un marco más justo. el Partido Popular, liderado en la Asamblea de Madrid por Carlos Díaz-Pache, ha mostrado su determinación de aprobar estas reformas con urgencia antes de finalizar el año.
Esta decisión subraya el compromiso del gobierno de Ayuso con la transparencia y la efectividad legislativa, asegurando que las leyes reflejen los principios de igualdad y respeto hacia todos los ciudadanos.
La importancia de la libertad educativa
Además, estas reformas enfatizan la importancia de la libertad educativa y el derecho de los padres a elegir una formación basada en el humanismo cristiano para sus hijos, si así lo desean.
Este enfoque respeta la diversidad de pensamiento y creencias en la sociedad, garantizando que todas las opciones educativas, también la cristiana, sean representados de manera equitativa en el sistema educativo.
El equipo de Gobierno de Ayuso ha defendido estas medidas como un retorno a la cordura y un esfuerzo por garantizar que las leyes y políticas educativas de Madrid reflejen un equilibrio adecuado, respetando los derechos de todos los ciudadanos sin otorgar privilegios a ningún colectivo en particular.
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A fuerza de leyes cargadas de coacciones y amenazas, el mundillo LGBTI ha logrado imponer a la sociedad una línea única de pensamiento, exclusivo i excluyente, de la que nadie puede salirse sin que le caiga encima una descalificación y denuncia por transfobia, homofobia, incitación al odio, y demás pedruscos que esta gente lanzan contra quienes critican o cuestionan su visión de la realidad.
En este sentido, la reacción del gobierno de Madrid viene a plantar cara a una forma de LGBTIsmo fundamentalista e intolerante que con la excusa de la no-discriminación busca discriminar a quienes tienen otra opinión sobre este tipo de trastornos de identidad y relación sexual que ciertos grupos de presión acomplejados y neuróticos pretenden implantar como simples variedades de género o de familia. Que opinen como les parezca, pero ello no les da derecho a imponer su opinión a toda la sociedad y menos aún a perseguir, censurar y amordazar opiniones diferentes a las suyas, incluidas las de personas LGBTI en sus cabales que tampoco comulgan con sus ruedas de molino.
Ley 3/2016, de 22 de julio, de Protección Integral contra LGTBIfobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual en la Comunidad de Madrid.
Artículo 31.6
La Administración autonómica, en el ámbito de sus competencias, desarrollará políticas activas de apoyo y visibilización de las asociaciones y organizaciones LGTBI legalmente constituidas que realizan actividades educativas a favor de la no discriminación por orientación sexual e identidad o expresión de género.
Artículo 32. Inclusión de la realidad LGTBI en los planes de estudio.
La Consejería competente en materia de educación incorporará la realidad lésbica, gay, bisexual, transexual, transgénero e intersexual en los contenidos transversales de formación de todo el alumnado de Madrid en aquellas materias en que sea procedente. Revisará los contenidos de información, divulgación y formación que ya existan en los distintos niveles de enseñanza y en otros ámbitos formativos, para lo que dará audiencia a las asociaciones, organizaciones y colectivos LGTBI.
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Las asociaciones, organizaciones y colectivos LGTBI no deben inmiscuirse para nada en la educación, porque su visión del tema es monolítica y sesgada por una militancia fanática que bordea la patología. Lo demuestra el daño que están provocando en los niños y adolescentes haciéndoles creer que da igual la relación homosexual que la homosexual y que su género es independiente de su sexo. Niños desconcertados y angustiados porque les presentan como normal y alternativo lo que son trastornos anómalos.
Igual que si les inculcasen que la anorexia es una variedad alimentaria a la que tienen derecho porque cada cual puede tener la constitución corporal que desee. ¿Permitirían que un colectivo de anoréxicas reivindicase ante los niños su derecho a practicar la anorexia? ¿O que un colectivo de pedófilos les ilustrase sobre las bondades de las relaciones sexuales con personas adultas? Aunque todo llegará, por ahora no lo permitirían. Entonces cabe preguntarse por qué a los colectivos LGBTI se les permiten tamaños atentados contra la salud mental de los escolares.