“Un matrimonio estable es importante en parte porque permite a las parejas tomar decisiones a lo largo del tiempo que maximizan la prosperidad económica de su unidad familiar”.
Esta es una de las afirmaciones que hacen William Bradford Wilcox, profesor de Sociología en la Universidad de Virginia, y Joseph P. Price, profesor adjunto de Economía en la Universidad Brigham Young, quienes concluyen que las familias biparentales estables contribuyen a la riqueza y el bienestar de las naciones.
Según informa el Social Trends Institute, estos dos expertos insisten en que las familias estables contribuyen no solo al éxito de los individuos, sino también a la prosperidad económica de la sociedad en general, tal como exponen en el capítulo ‘Las familias y la riqueza de las naciones. ¿Qué tiene que ver la estructura familiar con el crecimiento en todo el mundo?’, del nuevo libro Unequal Family Lives.
Cabe recordar que la economía tiene sus raíces en la palabra griega “oikonomia”, que viene a significar “administración del hogar”. Sin embargo, esta acepción prácticamente no se tiene en cuenta por parte de economistas de todo el espectro ideológico, que ignoran en gran medida los vínculos entre la estructura familiar del hogar y el bienestar macroeconómico de las naciones.
Cuantos más hijos, mayor crecimiento económico
Al respecto, Wilcox, que es a su vez director del Proyecto Nacional de Matrimonio en la Universidad de Virginia, y Price, especializado en familia, educación, salud y economía del comportamiento, analizaron la relación entre la estructura familiar y el crecimiento económico global en el capítulo del libro mencionado.
Ellos consideran que “las personas casadas estables tienen incentivos para invertir en su matrimonio y beneficiarse de la especialización y las economías de escala; y que sus hogares también tienden a ganar y ahorrar más que sus compañeros que están solteros o divorciados”.
Ambos expertos coinciden en argumentar que, debido a los beneficios económicos del matrimonio, “cuantos más hijos nacen y crecen en familias estables con dos padres, la sociedad debe experimentar un mayor crecimiento económico”.
Para probar su teoría, utilizaron estadísticas de matrimonio, datos históricos sobre niños, y datos del producto interno bruto (PIB) de más de 90 países entre 1968 y 2014, lo que les llevó a constatar una relación positiva entre el matrimonio y el crecimiento económico en todo el mundo.
“Por cada aumento de 13 puntos porcentuales en la proporción de adultos casados, hubo un aumento del 8% en el PIB per cápita, netos de controles para un rango de factores sociodemográficos. Del mismo modo, cada aumento de 13 puntos porcentuales en la proporción de niños que viven en familias con dos padres se asocia con un aumento del 16% en el PIB per cápita, después de controlar la educación, la urbanización, la edad, el tamaño de la población y otros factores”, concretan.
Por todo ello, concluyen que “hay un vínculo claro entre la estructura familiar y el crecimiento económico”.
Al mismo tiempo, Wilcox y Price identificaron tres mecanismos específicos que pueden explicar esta conexión entre el bienestar de las familias casadas biparentales y el aumento de la riqueza de las naciones: fomentan más ahorros familiares; disminuyen el crimen; y mejoran el éxito académico de los niños en todo el mundo.
Mayores tasas de ahorro
En la primera de las cuestiones, utilizando datos del Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y las Encuestas de Demografía y Salud (DHS) para examinar la tasa de ahorro de los hogares en 90 países, Wilcox y Price encuentran que la proporción de niños que viven en familias con dos padres se asocian con mayores tasas de ahorro en los países examinados.
De hecho, la tasa de ahorro es casi el doble en los países con la mayoría de las familias con dos padres, en comparación con los países con la menor cantidad de familias con dos padres, como muestra este gráfico, reproducido a partir de la información del Social Trends Institute.
En el gráfico se puede observar el “ahorro bruto en porcentaje del PIB, por porcentaje de niños criados por dos padres” entre 2001 y 2015, señalan los expertos en el informe.
Reducir la delincuencia
Por otra parte, considerando que las comunidades más seguras suelen ser las más prósperas, Wilcox y Price también exploraron la conexión entre las familias de dos padres y los delitos violentos en países de todo el mundo.
Su conclusión es que “el matrimonio y las familias estables ayudan a reducir la delincuencia de dos maneras principales”. Por una parte, desalientan la participación de los hombres en actividades delictivas; por otra, reducen el riesgo de los niños de participar en la delincuencia y, al mismo tiempo, la propia delincuencia como adolescentes y adultos jóvenes.
Los datos a los que se refieren estos dos expertos son entre el vecindario de Estados Unidos y Canadá, que indican una asociación entre más familias casadas en una comunidad y menos delincuencia. Pero, ¿qué pasa con los delitos violentos a nivel de país?
Con información de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), encontraron una fuerte asociación negativa entre la proporción de niños criados en familias con dos padres y las tasas de homicidios en 83 países, incluidos países de África, América del Norte y del Sur, Europa, Asia y Oceanía.
Como ilustra el siguiente gráfico, “la tasa promedio de homicidios es más de cuatro veces mayor en los países en el tercio inferior en términos de niños que viven con dos padres en comparación con los países en el tercio superior”, dicen las conclusiones de Wilcox y Price.
Mejores resultados educativos
Una tercera forma en que más matrimonios y familias biparentales pueden conducir a un mayor crecimiento económico es al aumentar el capital humano para los niños.
Como explican el sociólogo y el economista, «los niños pueden beneficiarse de los mayores niveles de tiempo, dinero y estabilidad que se encuentran en las familias con dos padres, en comparación con las familias monoparentales», lo que se traduce en mejores resultados educativos que mejoran el éxito profesional futuro.
También afirman que en Estados Unidos hay una amplia investigación que vincula el éxito académico de los niños con las familias casadas. Por ejemplo, los niños en familias de padres casados tienen más probabilidades de graduarse de la escuela secundaria, obtener un título universitario y obtener un buen trabajo como adultos que los niños de familias monoparentales.
En relación a los estudios, Wilcox y Price apuntan a Suecia, Singapur e Indonesia, donde los niños en hogares monoparentales tienen «al menos un 70% más de probabilidades de volver a la escuela en comparación con sus compañeros de familias biparentales». Además, en Europa, los niños de las familias monoparentales es más probable que no asistan a la escuela que en las familias con dos padres.
Los hogares con hijos mejoran la economía
Así pues, en general, Wilcox y Price consideran que las familias matrimoniales y biparentales pueden ayudar a fomentar el crecimiento económico mundial al aumentar las tasas de ahorro de los hogares, disminuir la delincuencia e impulsar el logro educativo de los niños en los países desarrollados.
Aunque ambos reconocen que “sus resultados no pueden probar de manera definitiva que la estructura familiar tenga un impacto causal en el crecimiento económico”, también concluyen que, «por lo menos, los patrones documentados en este documento sugieren que las familias más fuertes, las tasas más altas de ahorro de los hogares, la menor delincuencia y un mayor crecimiento económico pueden agruparse de manera que se refuercen mutuamente».
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