Cada uno somos una elección particular, una obra del buen Dios hecha ex profeso.
Alguien escribió: «Nuestros padres querían un niño o una niña. Solo Dios te ha querido a ti». A pesar de la dureza, a trechos, de la vida, ¿estamos suficientemente contentos de vivir?
¿Nos damos cuenta de que mirar, reír, sentir, soñar, gozar, oír, amar, pensar, querer, saborear, saltar… son ya una maravilla divina?
¡Divino azar! Dijo un ateo. No sabía que Dios tiene muchos nombres, y el diablo, también. El más terrorífico es «Y si…»
Las cápsulas del monje (5)
Nuestros padres querían un niño o una niña. Solo Dios te ha querido a ti Share on X